Turquía corteja a Biden y ofrece protección al aeropuerto de Kabul
Garantizar la protección del aeropuerto de Kabul se ha convertido en un problema de peso desde que el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que pondría fin a la presencia de las tropas norteamericanas en Afganistán
Turquía intenta mejorar sus tensas relaciones con Estados Unidos al encargarse de la seguridad del aeropuerto de Kabul tras la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán, una oferta no exenta de riesgos, según los expertos.
Garantizar la protección del aeropuerto de Kabul se ha convertido en un problema de peso desde que el presidente estadounidense, Joe Biden, anunció que pondría fin a la presencia de las tropas norteamericanas en Afganistán, que se alarga desde hace veinte años.
El aeropuerto internacional Hamid Karzai ofrece un lugar seguro para el transporte de los trabajadores de las embajadas y para el suministro de ayuda humanitaria.
La caída del aeropuerto podría aislar en buena medida a Afganistán del resto del mundo.
La sorprendente propuesta de Ankara de encargarse de la seguridad del aeropuerto supone una baza para el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de cara a fortalecer las relaciones con Biden.
La oferta de Ankara, planteada durante la cumbre de la OTAN del pasado junio, responde a dos objetivos del jefe de Estado turco: reforzar las relaciones con los aliados occidentales y evitar un aflujo de refugiados manteniendo abiertas las vías de abastecimiento de ayuda humanitaria.
“Turquía tiene un interés directo en la estabilidad de Afganistán”, declaró Magdalena Kirchner, directora para Afganistán de la fundación alemana Friedrich-Ebert-Stiftung.
Las autoridades turcas desean realzar los aspectos humanitarios de la misión y no tanto los diplomáticos.
“Nuestro objetivo es actuar para que Afganistán no quede cerrado al mundo exterior”, afirmó una fuente diplomática turca.
Según Naciones Unidas, 18 millones de personas, es decir, la mitad de la población afgana, necesita ayuda, mientras que la mitad de los niños menores de cinco años padecen malnutrición aguda.
“Ganarse el favor” de Washington
Aunque Washington continúe considerando a Turquía como un importante aliado, las relaciones entre ambos se vieron empañadas por varios desacuerdos, sobre todo porque Ankara compró un sistema de defensa antimisiles ruso.
Washington sancionó a Ankara por esa compra el año pasado.
“El principal factor detrás de la propuesta de Ankara tiene que ver con las relaciones turco-estadounidenses: Ankara espera volver a ganarse el favor de Washington tras una serie de crisis diplomáticas”, apuntó el analista Salim Cevik en un artículo para el grupo de reflexión alemán SWP.
Sin embargo, la fuente diplomática turca declinó detallar qué esperaría Turquía de Estados Unidos a cambio de su presencia en Afganistán.
Erdogan afirmó que Turquía necesitaba apoyo logístico y financiación de Estados Unidos, por lo que los responsables militares continúan negociando a puerta cerrada.
Asimismo, el mandatario turco mencionó que Hungría y Pakistán podrían participar en la misión.
“Confiamos en ustedes”
Por otro lado, Turquía también está dialogando con los talibanes con la esperanza de alcanzar un acuerdo que garantice que las tropas turcas no serán atacadas por el movimiento islamista.
Los talibanes calificaron públicamente de “deplorable” la idea de que las tropas turcas se mantengan desplegadas en Kabul.
“Las ambiciones [de Turquía] de seguir activa [en Afganistán] a pesar de la retirada estadounidense parecen reales, pero comportan riesgos para la protección de sus fuerzas en caso de una escalada de la violencia”, consideró Kirchner.
No obstante, los responsables turcos se han mostrado optimistas.
“En nuestras discusiones con los talibanes, dicen: confiamos en ustedes, sabemos que no tienen intenciones ocultas”, declaró la fuente diplomática turca.
Turquía tiene a unos 500 soldados en Afganistán en el marco de una misión no combatiente dirigida por la OTAN, pero su retirada está a punto de completarse.
“Los europeos están preocupados”
En 2020, había 125.104 solicitantes de asilo afganos en Turquía. El país alberga a 3,6 millones de refugiados sirios.
Pero el incremento de refugiados está generando cierto desconcierto en parte de la sociedad turca, que la oposición podría aprovechar de cara a las elecciones previstas en 2023 para impedir que Erdogan se mantenga en el poder.
El principal partido de la oposición turca dio de qué hablar recientemente al prometer que enviaría a los refugiados sirios “a su casa” y al poner sobre el tapete la cuestión de los migrantes afganos.
En 2016, Turquía firmó un acuerdo con la Unión Europea (UE) para limitar el aflujo de migrantes hacia Europa, a cambio de una ayuda financiera de 6.000 millones de euros (7.100 millones de dólares).
Ahora, a Turquía le gustaría actualizar ese acuerdo, ante el riesgo de que aumenten las llegadas de refugiados afganos.
“Los europeos están preocupados”, consideró una fuente diplomática turca.
En total, 201.437 migrantes irregulares afganos fueron detenidos en Turquía en 2019. A pesar de que la pandemia hizo caer ese indicativo a 50.161 el año pasado y a unos 29.000 este año, su número podría aumentar tras la retirada de las tropas estadounidenses de Afganistán.
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