Volvió a suceder. A dos meses de que una mujer extranjera escalara lo más alto de las ruinas de Chichén Itzá, un turista logró burlar la seguridad este fin de semana para subir la pirámide de Kukulcán. Sin embargo, a su descenso fue esperado por un grupo de personas visiblemente molestas que le reclamaron.
Luego de ignorar la indicación de no subir las escalinatas de la pirámide, el hombre fue escoltado por elementos de seguridad de la zona arqueológica hacia la salida, mientras otras personas observaban la escena.
A su camino fue abordado por un par turistas que comenzaron a reclamarle, mientras de fondo se escucha como otros presentes gritan "¡Fuera!”. En algún momento uno de ellos se acercó y lo golpeó en la cabeza con un palo largo.
El momento quedó registrado por un guía turístico de la zona y fue difundido a través de redes sociales.
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De acuerdo a medios locales, el hombre de origen polaco tuvo que cumplir un arresto administrativo de 12 horas y pagar una multa de cinco mil pesos, ya que por disposición federal está prohibido escalar las pirámide de Chichén Itzá desde 2008.
Tras los hechos, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recordó a través de una entrevista con EFE respetar las medidas de seguridad para preservar el patrimonio cultural de México, y así poder disfrutar del legado maya.
No es el primer turista que rompe las reglas
El caso fue comparado con lo sucedido en noviembre pasado, cuando una turista proveniente de Tijuana escaló las 92 escalinatas de la pirámide de Kukulkán para bailar en la cima.
Al igual que en esta ocasión, la mujer fue agredida verbal y físicamente tras descender del castillo principal de la zona maya, luego de que diversas personas le aventaran agua y jalaran su cabello.
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