Tunden al auditor superior en su regreso a San Lázaro
Diputados de todos los partidos, incluido Morena, acusaron a David Colmenares de encubrir a corruptos, de falta de autonomía ante el poder Ejecutivo, de resultados a la baja y de no ejercer sus facultades para sancionar ilícitos
La primera comparecencia presencial para entregar los informes de la Cuenta Pública —después de tres años de sesiones virtuales debido a la pandemia de Covid-19 — no fue nada grata para el auditor superior de la Federación, David Colmenares, cuya gestión fue duramente criticada por diputados de todos los partidos, incluido Morena.
“No cesaré en exigirle cuentas, auditor. Así sea en un restaurante, así sea en un parque, donde me lo encuentre, y lo haré evidente”, soltó la diputada panista María Elena Pérez-Jaén, quien tres días antes publicó es sus redes sociales un video en el que sorprendió al auditor en un restaurante de Polanco, compartiendo los alimentos con el coordinador de la bancada de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier.
“Qué lejos estamos de contar con auditor superior que asuma su autonomía del poder político”, subrayó la legisladora durante la primera entrega de la revisión a la Cuenta Pública de 2022. Agregó que la labor de la Auditoría Superior ha sido de “mala calidad” y con falta de profundidad”.
La diputada panista se refería a que, a pesar de que las irregularidades detectadas en los primeros años del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador ya superaron las del sexenio pasado, las sanciones han ido en declive, lo mismo que el monto de los recursos recuperados, además de que el órgano fiscalizador no ha hecho uso de sus facultades para fincar responsabilidades administrativas y penales a los autores.
Cacerolazo contra el auditor
Colmenares Páramo se disponía a comenzar su presentación, cuando la diputada morenista Inés Parra Jiménez se le aproximó para mostrarle una cacerola y exigirle que la abriera.
“Destape la cloaca de corrupción”, le gritó la legisladora, quien fue jaloneada por personal de la auditoría que acompañaba a Colmenares para tratar de retirarla de la mesa principal. “Destápela, no sea encubridor de corruptos”, insistió la legisladora ante el azoro del auditor y de los integrantes de la Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación.
Ante la indiferencia de Colmenares, la propia Inés Parra trató de abrir la cazuela y mostrar su contenido, pero la suerte le jugó chueco la tapa se trabó, por lo que tuvo retirarse, no sin antes gritar: “Aquí está la mayoría calificada. No se pueden poder de acuerdo para otras reformas constitucionales, pero en el tema del combate a la corrupción tienen mayoría absoluta”.
“Agradezco a casi todos los integrantes de la Comisión de Vigilancia la oportunidad que me dan de estar con ustedes”, dijo Colmenares, tratando de revirar la hostilidad de algunos legisladores.
Pero no llevaba ni cinco minutos de haber retomado su exposición, cuando reapareció Parra, pero esta vez ya había logrado abrir la cacerola. “Ahí están sus ratones”, dijo la legisladora al vaciar frente a Colmenares una colección de roedores de plástico, de colores gris y blanco, y de diversos tamaños.
Resultados en picada
Antes del cacerolazo contra Colmenares, diputados de otras bancadas ya habían señalado el contraste que existe entre los elevados montos de irregularidades detectadas en el manejo de los recursos públicos y la falta de sanciones para los funcionarios responsables.
Para la primera entrega de la Cuenta Pública de 2022, la ASF entregó reportes donde se documentan presuntas irregularidades por 61.5 millones de pesos, la cantidad más baja para un primer ejercicio desde que Colmenares llegó al organismo, en marzo de 2018.
En la primera entrega de 2021 se reportaron 836.2 millones; un año antes, el primer volumen señaló 466.2 millones sin solventar; en 2019, la suma fue de 31 mil 898.1 millones, y en 2018 fue de 4 mil 205.5 millones, lo que refleja una caída en los montos, aun cuando los legisladores ventilaron anomalías crecientes en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade), la Secretaría de la Defensa Nacional, en el sector Salud y en las principales obras de infraestructura del gobierno federal.
El diputado del PRD, Marcelino Castañeda, dijo ejemplificó que el desfalco en Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex) asciende a más de 15 mil millones de pesos, lo que ha sido calificado por el propio presidente López Obrador como “el caso más escandaloso” de su gobierno, pero hasta la fecha sólo se ha investigado el 1.1% del total de las afectaciones al erario.
“Lucrar con la pobreza es una canallada, lo mismo que utilizar los programas sociales con fines político-electorales”, dijo el perredista, al exhortar al auditor a unir fuerzas con la Secretaría de la Función Pública para sancionar a los responsables de los desvíos, entre quienes se encontrarían, dijo, familiares del propio auditor.
En su oportunidad, el diputado de Movimiento Ciudadano, Mario Alberto Rodríguez, se pronunció en favor de que la Auditoría Superior y la Secretaría de la Función Pública mejoren los mecanismos de coordinación no sólo para reactivar el Sistema Nacional Anticorrupción, sino para buscar la forma de que los Órganos Internos de Control lancen alertas antes de que se cometan desfalcos como el de Segalmex.
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