Trump resucita el diarismo

7 de Noviembre de 2024

Trump resucita el diarismo

trump

Rotativos y cadenas de Tv ganan lectores y audiencia gracias a la cobertura de los excesos del inquilino de la Casa Blanca

La atracción que Donald Trump generaba como empresario en los medios de comunicación se ha trasladado directamente a la Casa Blanca. Más allá de que la presidencia de Estados Unidos sea una de las más cubiertas internacionalmente, esta administración ha sido especialmente seguida por los diferentes portales, radiodifusoras, televisoras y publicaciones impresas. Trump es un fenómeno mediático que despertó en las secciones políticas el mismo interés que logró en la prensa social y de corazón. Como lo dijo el director ejecutivo del New York Times, Dean Baquet: “Trump es lo mejor que le ha pasado a los medios de comunicación y a nuestra estrategia de suscripción”. En una época en la que se debate qué tanta vida le queda a la prensa escrita, así como la importancia y relevancia de las agencias de noticias, éste y otros medios tradicionales han tenido los mejores reportes en años en cuanto a ingresos y suscripciones. Incluso se podría decir que algunos están viviendo sus mejores épocas gracias a que llegó Donald Trump a la Casa Blanca. Su figura, ya de por sí llamativa a nivel meditático, se ha combinado con una cobertura extensa y profunda de su presidencia, lo que se traduce en mejores ingresos y más suscripciones para los medios y esto, a su vez, en más contrataciones de personal que resultan en mejores prácticas periodísticas. Tan sólo por dar algunos ejemplos: mientras el Washington Post contrata a un numero récord de periodistas, el New York Times recibe un número inusual de suscriptores diarios, NBC vive su mejor temporada de ratings con Saturday Night Live, mofándose de Trump sábado tras sábado y CNN le gana por primera vez en mucho tiempo a Fox News y otras cadenas. Las televisoras y los periódicos sabían a lo que se enfrentaban desde el periodo electoral. Conforme fue creciendo la candidatura de Donald Trump, lo hacían los ratings y las ventas de ejemplares. Ante dicho fenómeno, sumado a los ataques y acusaciones permanentes de Trump contra la prensa, algunos medios se prepararon para enfrentar esta presidencia que ya amenazaba con abordar por completo el ciclo de noticias, tanto en Estados Unidos como a nivel internacional.

Digan whisky

El presidente Donald Trump llegó el miércoles al Vaticano, donde fue recibido por el papa Francisco. El detalle que llamó la atención fue el semblante del pontífice, que se mostró a disgusto con el visitante.

El periódico Washington Post fue uno de los primeros en entender la nueva era que debía encarar. La ambición de revivir sus épocas gloriosas se dio de la mano de Jeff Besoz, el dueño de Amazon, quien decidió incursionar en el mundo de los medios de comunicación y escogió al Post: un periódico local con ambiciones nacionales que se dio a conocer a nivel mundial gracias a la historia de Watergate, que terminó con la renuncia del entonces presidente Richard Nixon. Hoy, el Post se ha convertido de nueva cuenta en un jugador principal que día con día publica historias comprometedoras para la Casa Blanca. La cobertura y el momento que vive el Post no es casualidad: desde principios de este año, y tras el triunfo de Trump, se ha dedicado a contratar periodistas, 60 hasta el momento, equivalentes al 8% de su fuerza laboral. Mientras que la mayoría de las redacciones reducen su tamaño, el Post se amplía hasta ser la tercera más grande con 750 empleados, sólo después del NYT y WSJ que cuentan con mil 307 y mi 500 empleados, respectivamente. Un equipo de investigación periodística de respuesta rápida y el aumento de personal en la parte de breaking news dejan clara la importancia que el Post le da a los nuevos tiempos del periodismo, sin perder la fuerza de la verificación, profundidad e información exclusiva. Estos movimientos que un principio fueron un gasto se han convertido en una inversión. Desde principios de año, el Washington Post ha visto un aumento en sus suscripciones de 75 por ciento. Considerando que cada suscripción anual a nivel nacional tiene un costo de 36 dólares por año, y tienen una circulación de medio millón de ejemplares diarios, el ingreso promedio del Post por concepto de suscripciones únicamente, ronda los 18 millones dólares. En ese sentido, el aumento de 75% de suscripciones desde principios de año y el doble de suscripciones a su versión digital en el ultimo año, hablan del interés que tiene la sociedad por informarse sobre la presidencia de Trump y de la correcta estrategia que ha seguido este medio en términos económicos y periodísticos. Nada mejor que enfrentarse periodísticamente a una presidencia como la de Trump: con un renovado equipo de periodistas, suscriptores y buenos ingresos económicos que permiten desarrollar el periodismo desde un ambiente sano en todos los sentidos. Pero no ha sido el único beneficiado con la presidencia de Donald Trump. El medio más grande e importante de Estados Unidos, el New York Times, también ha sido otro de los grandes ganadores durante estos días. Al igual que el Washington Post, ha utilizado, inclusive a nivel de promoción, la presidencia de Trump para captar seguidores y lectores. Esta estrategia les ha funcionado: 2.2 millones de suscriptores tan sólo en la versión digital. En el último trimestre, logró la llegada de 310 mil nuevos lectores que se suscribieron a su publicación digital. Los números contradicen claramente la idea de Donald Trump, de que es un medio en decadencia. Por el momento y gracias a él, está muy lejos de serlo. El éxito que está teniendo el New York Times subido a la ola Trump se ha traducido también en una revalorización de sus acciones en la Bola: subieron 12% a 15.95 dólares por acción desde que el periódico anunció la adición de los 600 mil nuevos suscriptores digitales en los últimos seis meses; 132 mil de ellos, durante los primeros 18 días de la presidencia Trump.

›Un resultado que hasido recibido con alegría pero también con precaución, pues es obvio que Trump no dominará el ciclo de noticias por siempre y eventualmente el contenido tendrá que ser prioridad.

Por ahora, el periodismo, la investigación y las fuentes están siendo el resultado directo del trabajo realizado durante la administración Trump y que se remonta a su campaña política y a la conexión de Rusia con la misma, como lo escribía aquí la semana anterior. Los beneficios que Trump le brinda a los medios como el producto mediático que sin duda es, no son exclusivos de la prensa escrita. Por el contrario, las cadenas televisivas retoman la cobertura de periódicos como el New York Times y el Washington Post. Mientras que CNN y MSNBC están recuperando las primeras posiciones de rating que habían perdido, Fox News pierde audiencia a la par que Trump pierde credibilidad. La negativa de subirse a la historia de la conexión de Rusia con la campaña Trump, le ha traído a Fox consecuencias negativas en la parte de audiencias. De ser el primer lugar desde hace tiempo con los espacios del despedido Bill O´Reilly y Sean Hannity, han pasado al tercer lugar. Apenas alcanzan los 499 mil espectadores “demo” contra los 719 mil y 650 mil de CNN y MSNBC, que han vivido colgados de las historias de James Comey; aparte de la obsesiva y divisiva cobertura que han hecho de Donald Trump desde que anunció su campaña. La pérdida de ratings se da a la par del despido de sus mayores figuras encabezadas por O´Reilly, el cambio de mando en la dinastía Murdoch y la crisis de identidad a partir de la salida del recién fallecido Roger Ailes. El éxito de los medios gracias la cobertura Trump se ha extendido hasta la industria del entretenimiento por la vía de la sátira política. Desde hace varias temporadas, la crítica especializada se preguntaba sobre la vigencia que un programa como Saturday Night Live de NBC, podía tener luego de ocho años de un gobierno liberal progresista como el de Obama. Su cercanía con Hollywood y la industria ligado a otros factores, evitó que Obama fuera criticado o caricaturizado en programas como SNL. Con la llegada de Trump eso cambió. Gracias a Alec Baldwin en su imitación de Trump, SNL ha tenido la mejor temporada en años en cuanto a rating se refiere. 11 millones de personas sintonizaron todos los sabados esta temporada el programa en vivo. Números que no había visto el programa en sus 23 años de existencia. Al igual que los demás medios tradicionales en sus diferentes formatos, Trump ha sido gasolina para su crecimiento y relevancia ante sus ataques.