Trump vuelca política exterior y desata cisma en Medio Oriente

29 de Noviembre de 2024

Trump vuelca política exterior y desata cisma en Medio Oriente

Desoye advertencias y reconoce al Jerusalén como capital de Israel

WASHINGTON, EU.- Dando un vuelco de 180 grados en la política exterior de los Estados Unidos y amenazando con desencadenar una escalada de violencia en Medio Oriente, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reconoció el miércoles a Jerusalén como capital de Israel, una decisión histórica que revoca décadas de diplomacia.

Es hora de reconocer oficialmente a Jerusalén como la capital de Israel”, declaró el líder estadounidense desde la Casa Blanca, considerando este paso como “condición necesaria para lograr la paz” y llamando a que la “calma y la “tolerancia” prevalezcan sobre el odio.

La declaración, que recibió una fuerte condena regional, pone fin a siete décadas de ambigüedad diplomática sobre el estatuto de una ciudad que alberga los lugares sagrados de las tres grandes religiones monoteístas, y es reclamada por igual por israelíes y palestinos.

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Aunque el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, dijo que era “una decisión valiente y justa”, la medida tomada por Trump deja profundas dudas sobre el futuro del proceso de paz, ya tambaleante. Para el presidente palestino, Mahmud Abas, Estados Unidos perdió su papel histórico de mediador de paz entre palestinos e israelíes, mientras que Hamas, el movimiento islamista palestino que controla la Franja de Gaza, dijo que la decisión de Trump “abrió las puertas del infierno”. Trump también anunció el inicio del proceso de trasladar la embajada de Estados Unidos en Israel desde Tel Aviv a Jerusalén. El mandatario estadounidense cumple así una promesa de campaña apoyada por los cristianos evangélicos y los votantes judíos de derecha, así como por los donantes, pero sobre todo, dijo, marca el inicio de un “nuevo enfoque” para resolver el espinoso conflicto israelo-palestino. Sus predecesores, desde Bill Clinton hasta George Bush, hicieron promesas electorales similares, pero las desecharon al asumir el cargo. “Muchos presidentes dijeron que harían algo y no hicieron nada”, dijo Trump poco antes de su discurso.

En su discurso, Trump aclaró que Estados Unidos no se estaba pronunciando sobre ningún “problema de estatuto final, incluidos los límites específicos de la soberanía israelí en Jerusalén, o la resolución de las fronteras impugnadas” y agregó que sólo era un problema de las partes involucradas.

Demora en la mudanza de la embajada

El traslado de la embajada de Estados Unidos probablemente demorará años en implementarse, pero las repercusiones de la decisión de Trump precedieron incluso su anuncio.

AFP / MAHMUD HAMS

Cientos de palestinos quemaron banderas estadounidenses e israelíes y fotos de Trump en la Franja de Gaza, mientras estallaron enfrentamientos relativamente pequeños cerca de la ciudad de Hebrón en Cisjordania. Los palestinos convocaron a tres días de protestas, o “días de furia”, a partir del miércoles. Los funcionarios estadounidenses y sus familias fueron llamados a evitar la Ciudad Vieja de Jerusalén y Cisjordania, aunque la situación se mantuvo en gran medida calmada hasta el discurso de Trump. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, convocó a una cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OIC), el principal organismo panislámico, en Estambul la próxima semana, para tomar una acción conjunta. Jordania y los palestinos también pidieron una reunión de emergencia de la Liga Árabe. La mayoría de la comunidad internacional no reconoce formalmente a Jerusalén como la capital de Israel, insistiendo en que el tema solo puede resolverse durante las negociaciones, un punto reiterado por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, tras la decisión de Trump. Pero Trump insistió en que la medida simplemente reflejaba el hecho de que Jerusalén Occidental es y seguirá siendo parte de Israel bajo cualquier acuerdo.

Estados Unidos apoyaría una solución de dos Estados si las dos partes accedieran”, dijo, anunciando además el viaje del vicepresidente Mike Pence a la región en los próximos días.

Israel se apoderó del sector oriental de Jerusalén, en su mayoría árabe, durante la Guerra de los Seis Días de 1967 y más tarde lo anexó, reclamando ambos lados de la ciudad como su capital. Los palestinos quieren que el sector oriental sea la capital del futuro Estado que reclaman. Trump dijo que decidió sobre la mudanza de la embajada estadounidense en cumplimiento de una ley de 1995, que estableció que la ciudad “debería ser reconocida como la capital del estado de Israel” y que la embajada de Estados Unidos debía trasladarse allí. Los sucesivos presidentes estadounidenses han invocado una exención, posponiendo cada seis meses la mudanza por motivos de “seguridad nacional”, con lo cual la ley nunca entró en vigencia. DA