Mientras los líderes del mundo felicitaban a Joe Biden por el triunfo que lo convierte en el presidente 46 de Estados Unidos, el mandatario saliente, Donald Trump, se negó a conceder la victoria.
Todos sabemos por qué Joe Biden se apresura a hacerse pasar por el ganador, y por qué sus aliados de los medios de comunicación están tratando de ayudarlo: no quieren que se exponga la verdad”, señaló en un comunicado Trump, quien se convirtió en el primer presidente en perder la reelección desde 1992, cuando Bill Clinton venció a George H. W. Bush.
“El simple hecho es que esta elección está lejos de terminar”, agregó al llegar a un campo de golf que posee en Virginia. “¡Gané esta elección, por mucho!”, había tuiteado más temprano el multimillonario empresario de 74 años, que regresó a la Casa Blanca en cuanto se supo que Biden había ganado Pensilvania, con lo que obtuvo más de los 270 votos electorales necesarios para llegar a la Casa Blanca.
Trump se ha enfocado en la Corte Suprema para emprender su batalla legal contra el triunfo de Biden, quien todavía no recibe las constancias legales que formalizan su triunfo.
En las primeras horas del día posterior a la jornada electoral, Trump declaró: “Iremos a la Corte Suprema; queremos que se detengan todas las votaciones”.
Y el jueves, a medida que Biden se acercaba a los 270 votos electorales necesarios, Trump nuevamente dijo a los estadounidenses: “Va a terminar, posiblemente, en el máximo tribunal del país, ya veremos”.
Si bien en el año 2000 el máximo tribunal de Estados Unidos fue el encargado de resolver la elección, al fallar en favor del republicano George Bush, quien contendía contra el demócrata Albert Gore, pero esta vez lo que pretende demostrar es distinto, uno de los puntos centrales, de acuerdo al equipo de Trump, es que existen votos ilegales porque se recibieron fuera de plazo.
Trump ha lanzado reiteradas acusaciones sobre supuestos fraudes electorales en Pensilvania, Michigan, Wisconsin y Arizona, pero no ha presentado pruebas. El sábado, su abogado Rudy Giuliani sostuvo que a los observadores electorales —que supervisan el conteo de votos— no se les permitió acercarse lo suficiente para dar fe del cómputo de sufragios.
El campanazo en su tierra
El campanazo en Pensilvania, que terminó dando la victoria al demócrata Joe Biden, se gestó la noche del viernes, cuando un juez de la Corte Suprema denegó un pedido de los republicanos para detener el conteo de votos recibidos después del 3 de noviembre.
La ley electoral de Pensilvania autoriza el conteo de los votos emitidos hasta el martes y llegados tres días después de la elección, por lo que no era legalmente viable frenar el conteo de votos.
La noticia de que Biden ganó los 20 votos electorales de Pensilvania, su estado natal, se dio a las 10:30, hora local, cuando el centro de votaciones local dio los resultados finales: para Biden 3 millones 350 mil 322 votos y para Trump 3 millones 312 mil 853. La diferencia: 37 mil 472 votos (0.5%).
Antes del sábado, Biden tenía 253 votos electorales. Los votos de Pensilvania y su victoria posterior en Nevada lo llevó a sumar 279. Biden se impuso en 24 estados y Trump en 23.
El exvicepresidente ganó estados donde Trump se impuso en 2016: Michigan, Pensilvania y Wisconsin.