Donald Trump sigue haciendo historia, aun después de dejar la Casa Blanca. Un análisis de la firma Gallup señala que el republicano llegó a su último día de su gestión con una aprobación de 34%, la peor evaluación de su toda presidencia.
El reporte publicado en el sitio www.gallup.com recuerda que Harry Truman (1945-53) es el presidente de Estados Unidos que se despidió con la aprobación más baja (32%); le siguen Jimmy Carter (1977-81) y George W. Bush (2001-2008), ambos con 34 por ciento.
Trump, el único mandatario de Estados Unidos que enfrentó dos procesos de impeachment durante su presidencia, promedió una aprobación de 41%, el nivel más más bajo desde 1938, año en que Gallup comenzó la medición.
El jefe de la Casa Blanca con el promedio más alto de aprobación es John F. Kennedy (1961-63), que totalizó 70.1%, seguido por Dwight D. Eisenhower (1953-61), con 65% y George H. Bush (1989-1993) con 60.9 por ciento.
Trump comparte el sótano con Jimmy Carter, que promedió 45.5% de aprobación y Harry Truman (45.4%)
Trump es el único presidente que no registró un índice de aprobación del trabajo del 50% en ningún momento de su presidencia desde que Gallup comenzó a medir la aprobación del trabajo presidencial en 1938”, refiere el reporte de Gallup, firmado por Jeffrey M. Jones.
Asimismo, “es el único presidente que no tuvo un periodo de luna de miel con calificaciones superiores al promedio en asumir el cargo. Su índice de aprobación inicial del trabajo del 45% resultó ser su punto más alto durante su primer año como presidente”, añade.
El punto más alto de aprobación de Trump fue de 49%, logrado en varias ocasiones a principios de 2020, que abarca el tiempo entre el juicio del Senado en su primer juicio político y las etapas iniciales de la pandemia de coronavirus, cuando los estadounidenses le estaban dando altas calificaciones por su respuesta.
Pero a mediados de año, la popularidad del magnate entró en un tobogán. Su apoyo cayó por debajo del 40% en dos encuestas de junio de 2020 en medio de protestas por la justicia racial en respuesta a la muerte de George Floyd a manos de la policía y el creciente descontento con su manejo de la pandemia del coronavirus.
Otro de los récords que impuso Trump fue el desplome que sufrió su aprobación durante el proceso electoral. Antes de comenzar el proceso de selección de candidatos, el republicano tenía una aprobación de 46%, nivel que cayó a 34% al final del periodo, lo que implica una caída de 12 puntos.
Desde la década de los años 30, ningún presidente estadounidense que entregó la Casa Blanca había sufrido una merma en las encuestas durante el proceso electoral; al contrario, la popularidad de los mandatarios suele crecer los meses previos a la entrega del poder.
El caso más notable es el de George H. Bush, quien a pesar de haber perdido las elecciones en su segunda candidatura (1992, frente al demócrata Bill Clinton), experimentó una crecida de 22 puntos en su nivel de aprobación.