En las últimas semanas, Donald Trump abrió fuego contra la prensa, el Poder Judicial, el Congreso y hasta contra su propio gabinete.
Son ataques que taladran los cimientos democráticos de Estado Unidos y dejan ver el perfil autoritario que el presidente podría consolidar para lo que resta de la administración
Humillación pública
El 19 de julio, en una entrevista con The New York Times, el presidente Donald Trump dijo que nunca hubiera nombrado al secretario de Justicia, Jeff Sessions (foto), de haber sabido que se recusaría de investigar caso de la presunta intervención rusa en las campañas presidenciales de 2016.
Una semana después, a través de su cuenta de Twitter, calificó a Sessions como un “atribulado” y lo acusó de tener una “posición muy débil” en el caso de los correos electrónicos filtrados desde la cuenta de correo de Hillary Clinton.
Metralla contra la prensa
A principios de julio, Trump fue especialmente agresivo contra los medios de comunicación. El primer día de ese mes, el mandatario escribió en Twitter que la cadena CNN hace “periodismo basura” y se jactaba del despido de tres periodistas. “Estoy pensando cambiar el nombre de CNN a #FraudNewsCNN”, tuiteó el presidente.
El 2 de julio, Trump divulgó un video editado en el que él aparece en un ring golpeando a un hombre cuya cabeza fue reemplazada por el logotipo de CNN, lo que desató críticas por parte de políticos, periodistas y defensores de derechos humanos.
En busca del autoperdón
El pasado 20 de julio el diario The Washington Post informó que Trump comenzó a investigar el alcance de su poder como presidente para indultar a sus consejeros, a sus familiares y hasta a sí mismo en el contexto de la investigación del Rusiagate.
Esta pesquisa es encabezada por el fiscal Robert Mueller (foto), quien fue nombrado por el Departamento de Justicia luego de que el fiscal general, Jeff Sessions, se recusara a sí mismo y que el presidente despidiera al jefe del FBI, James Comey, que estaba a cargo de la pesquisa.
Amagos al Congreso
El presidente Donald Trump amenazó el pasado 29 de julio con eliminar los subsidios al sistema de salud —que permiten a los estadunidenses con menores recursos acceder a servicios médicos— si el Congreso no aprueba una nueva ley sanitaria. En un mensaje por su cuenta de Twitter, el mandatario indicó que si una reforma al sistema de salud “no se aprueba rápidamente, los subsidios para las compañías de seguros terminarán muy pronto”.
En marzo pasado, días antes de que Trump perdiera en el Congreso una votación para echar abajo el Obamacare, el mandatario ya había amenazado a los legisladores republicanos, al señalar que en 2018 podrían perder sus escaños.
Despotrica contra jueces
El Poder Judicial no se ha salvado de los embates del inquilino de la Casa Blanca. El pasado 5 de febrero, Trump arremetió contra un juez federal que bloqueó una prohibición de viajes sobre siete naciones musulmanas. El mandatario consideró que los tribunales dificultan las tareas de seguridad en las fronteras de EU. En varios tuits, Trump dijo que los estadunidenses deberían culpar al juez de distrito James Robart (foto) y a las cortes “en caso de que ocurriera algo”.
Muchos de ustedes se sumaron a la promesa de derogar y reemplazar el Obamacare. Creo honestamente que muchos de ustedes perderán sus escaños en 2018 si no logran esto”.
Donald Trump, presidente de EU, en marzo pasado, antes de la votación contra la ley de salud de Barack Obama
