Donald Trump alabó la ofensiva militar del pasado viernes contra Siria por parte de Estados Unidos, Francia y Reino Unido, al tiempo que se defendió de los “medios de comunicación” que criticaron que el mandatario usara la expresión “misión cumplida”.
“La ofensiva siria estuvo tan perfectamente ejecutada, con tal precisión, que la única manera que tuvieron los medios de comunicación falaces de menospreciarla fue por mi uso del término ‘misión cumplida”, sostuvo Trump en Twitter.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/985492862958698497
Con este mensaje el presidente ha querido callar las críticas surgidas por su uso de esta expresión al día siguiente de ordenar el lanzamiento de 105 misiles contra diversas instalaciones que presuntamente servían para el desarrollo y almacenamiento de armas químicas por parte del gobierno de Bashar al Asad.
“Un ataque perfectamente ejecutado anoche. Gracias a Francia y al Reino Unido por su sabiduría y por el poder de sus buenos ejércitos. No podía haber tenido un mejor resultado. ¡Misión conseguida!”, escribió Trump el sábado por la mañana en su red social favorita.
El director del Estado Mayor Conjunto de Estados Unidos, el teniente general Kenneth McKenzie, incluso reconoció este sábado, durante una rueda de prensa en el Pentágono, que aún pueden existir “partes residuales” del programa químico del “régimen” de Al Asad y que “obviamente la infraestructura química” siria supera las tres instalaciones destruidas.
También se lanza contra James Comey
Además, arremetió nuevamente el domingo contra James Comey, a pocas horas de que se emita una extensa entrevista televisiva con el exdirector del FBI sobre su interacción con el presidente estadounidense. En uno de los extractos de la entrevista adelantados por la cadena ABC, Comey reconoció que su convicción de que Hillary Clinton ganaría las elecciones presidenciales de 2016 influyó en su forma de manejar la investigación sobre ella mientras él ocupaba el cargo. Los extractos provocaron el domingo otra furiosa ronda de tuits por parte de Trump. "Él tomó decisiones pensando que ella iba a ganar, y quería un trabajo. ¡Canalla!”, escribió en uno. “Nunca le pedí lealtad personal a Comey. Ni siquiera conocía a este tipo. Es solo otra de sus muchas mentiras. ¡Sus ‘memorandos’ son de autoservicio y FALSOS!”, lanzó en otro.
Comey fue despedido abruptamente en mayo de 2017 por Trump, desconforme con la investigación de una posible confabulación de su campaña en 2016 con Moscú para perjudicar a su rival demócrata. En la entrevista, el exjefe del FBI dice que su decisión de anunciar que se reabriría la pesquisa sobre la utilización por parte de Clinton de un servidor privado de correo electrónico cuando era secretaria de Estado once días antes de las elecciones apuntó a garantizar la legitimidad de la elección. “No recuerdo haberlo pensado conscientemente, pero debió ser así, porque yo funcionaba en un mundo en el que Hillary Clinton iba a ganarle a Donald Trump, así que estoy seguro de que eso fue un factor”, dice el exjefe del FBI. “Ella iba a ser elegida presidenta de Estados Unidos, y si yo ocultaba (la reapertura de la investigación) al pueblo estadounidense, sería vista como ilegítima, porque eso saldría a la luz después de su elección”, afirma Comey, al contar como se sentía en aquel momento. Las declaraciones a la ABC se suman a lo que Comey relata en las memorias que acaba de publicar. En el libro, admite que tal vez su preocupación por la legitimidad de la elección de Clinton, que entonces las encuestas daban como ganadora segura, tuvo “más peso que si las elecciones hubieran parecido apretadas o si Donald Trump hubiera figurado delante en las encuestas”. Posteriormente, Hillary Clinton dijo creer que el anuncio de Comey de la reapertura de la investigación sobre ella en una carta pública incidió en su derrota. “Después de la carta de Comey, mi impulso se detuvo”, aseguró Clinton a la radio pública NPR a finales de 2017. “Mis números en las encuestas cayeron, estábamos luchando para tratar de recuperarlos, y nos quedamos sin tiempo”, afirmó.