Los temores los derechos humanos para minorías comenzaron a pocas horas de darse a conocer la victoria de Giorgia Meloni en las elecciones legislativas italianas.
Se trata de la primera vez desde la Segunda Guerra Mundial que una formación neofascista va a gobernar Italia, gracias a que se presentó con una coalición de derechas que obtendría en total entre el 36.5% y el 46.5% de los votos.
“Es un día de preocupación para los demócratas” europeos, afirmó María Jesús Montero, ministra de Hacienda española, sobre la victoria del partido de Meloni.
Los temores no son infundados. La recién nombrada primera ministra es conocida por algunos episodios polémicos, como en el que dijo que “Mussolini fue un buen político. Es decir, que todo lo que hizo, lo hizo por Italia. Y eso no se encuentra en los políticos que hemos tenido en los últimos 50 años”. Y aunque la propia Meloni se ha desmarcado de esa declaración, lo cierto es que también se ha pronunciado en contra de los derechos de la comunidad de la diversidad sexual y de las mujeres, al oponerse abiertamente al aborto y los “lobbies LGBT”.
“Se dice ‘sí’ o se dice ‘no’. ‘Sí’ a la familia natural, ‘no’ a los lobbies lobby LGBT. ‘Sí’ a la identidad sexual, ‘no’ a la ideología de género. ‘Sí’ a la cultura de la vida, ‘no’ al abismo de la muerte. ‘Sí’ a la universalidad de la cruz, ‘no’ a la violencia islamista”, dijo en un mitin del partido de extrema derecha VOX.
A esta postura se suman las felicitaciones de Rusia. “Estamos listos para saludar a toda fuerza política capaz de superar la corriente dominante establecida llena de odio hacia nuestro país y mostrar predisposición a ser constructiva en las relaciones con nuestro país”, declaró Dmitri Peskov, al ser consultado sobre la victoria del partido de Meloni.
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