El Tribunal Supremo de Israel determinó que el primer ministro Benjamin Netanyahu podrá mantenerse en el cargo pese a tener acusaciones por corrupción. Además, avaló el establecimiento de un gobierno de coalición conformado por la fracción conservadora, que están en el poder, y el candidato centralista Benny Gantz.
Con ello, el Tribunal Superior hace menos las acusaciones por soborno, fraude y abuso de poder por las cuales ya ha sido formalmente imputado y cuyo juicio político está fechado para el próximo 24 de mayo.
“Una acusación formal contra un diputado no le inhabilita para poder formar y dirigir un Gobierno, en los términos fijados por la ley”, indicó el fallo.
De esta forma, Benjamin Netanyahu se prepara para juramentar como primer ministro de Israel por quinto periodo consecutivo, mientras que Gantz asumirá como vicepresidente. En su acuerdo, se determinó que intercambiarían sus cargos tras 18 meses de gestión.
Y es que los debates surgidos en torno a la decisión del Tribunal ponían en el centro a la democracia israelí, pues fallar en contra de Netanyahu implicaba hace un nuevo llamado a elecciones legislativas, con lo que sumarían cuatro comicios en menos de seis meses.
Con el fallo a su favor, se pone fin a la parálisis política en Israel, que enfrenta actualmente la pandemia de coronavirus que ha dejado 239 muertos y 16 mil 200 casos.
Antes de emitir su fallo, el Tribunal destacó que pese a las dificultades legales que se enfrenta por el gobierno de coalición, no hay tiempo para realizar intervención a las cláusulas por lo que dio lugar su implementación.