Heredero de una de las familias delictivas en México identificadas entre las más sanguinarias y violentas de la historia reciente, Juan Gerardo Treviño Chávez, a quien llaman El Huevo, escaló dentro de los remanentes de lo que alguna vez fue el grupo paramilitar de Los Zetas, bajo el entonces liderazgo de sus tíos Miguel Ángel y Omar Treviño Morales, alías El Z-40 y El Z-42, respectivamente. Consolidó su poder, a partir de una serie de fracturas internas y escisiones, de lo que hoy se conoce como el Cártel del Noreste.
Las autoridades de México y Estados Unidos lo identifican como el encargado de las operaciones del brazo armado criminal de La Tropa del Infierno, principal oponente de los grupos afines al Cártel del Golfo.
Treviño Chávez es hijo de padres mexicanos: Juan Francisco Treviño y Juana Chávez, quien contaba con la doble nacionalidad. El Huevo nació en la ciudad de Laredo, Texas, en agosto de 1982, por lo que allí inició sus operaciones con la coordinación el trasiego de drogas.
Se convirtió en uno de los principales generadores de violencia y “objetivo prioritario” del gobierno en turno, por las acciones que emprendió en la región noreste de país y la frontera con Estados Unidos, tras la detención en 2016 de su hermano, Juan Francisco Kiko Treviño Chávez, quien enfrenta cadena perpetua en territorio estadounidense.
Con Juan Gerardo Treviño se intensificó la disputa territorial y expansión de las operaciones del Cártel del Noreste hacia la zona metropolitana de Monterrey; así como en Zacatecas, donde en los últimos meses se ha agudizado el nivel de violencia con los embates entre las células encabezadas por El Huevo enfrentados con el Cártel Jalisco Nueva Generación.
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