Las condiciones sociales, políticas y de seguridad para ejercer la libertad de expresión en México llevan tres años deteriorándose, hasta alcanzar su peor puntaje durante la última década dentro del reporte anual de la organización internacional Reporteros Sin Fronteras.
Esta organización también señaló que el presidente Andrés Manuel López Obrador “no ha emprendido las reformas necesarias para frenar la espiral de violencia contra la prensa”, y agregó que tanto el mandatario como otras autoridades “han adoptado una retórica combativa y estigmatizante” hacia los medios de comunicación.
A pesar de que México escaló 16 posiciones dentro de la última actualización del Índice de Libertad de Expresión de la organización internacional Reporteros Sin Frontera (RSF), su puntuación general es la peor registrada en los últimos diez años, lo que revela la situación crítica del ejercicio de este derecho en el país.
El reporte de esta organización posiciona este año a México en el lugar 127 del mundo con un total de 47.57 puntos, una cifra 5.72 unidades menor a la registrada en 2021, cuando el país se ubicó en la posición 143 entre las 180 naciones evaluadas dentro de este índice, lo que demuestra que este avance no está relacionado con mejores condiciones para la libertad de expresión sino con una caída generalizada a nivel mundial.
Señalados. Los comunicadores que se dedican a la fuente de política o de crimen son las víctimas más frecuentes, señala la organización no gubernamental.
De hecho, la calificación este año es 8.74 puntos menor que la obtenida en 2015, cuando el país obtuvo su mejor registro de la última década, y que lo mantenía por arriba de las 50 unidades dentro de la tabla global, lo que le acercaba a un color de riesgo menos crítico que el que ocupa actualmente.
En cuanto a los indicadores individuales —una nueva metodología de RSF para medir de manera integral la libertad de expresión—, México se posicionó como el segundo país con mayor inseguridad para ejercer este derecho con 11.02 puntos totales, una cifra que lo coloca junto a otras naciones como Eritrea o Yemen, y peor evaluado que dictaduras como la de Corea del Norte.
Los expertos de esta organización señalaron que “la colusión entre funcionarios y el crimen organizado representa una grave amenaza para la seguridad de los periodistas y paraliza el sistema judicial en todos los niveles”, y agregaron que “los profesionales que cubren historias políticas delicadas o crímenes, especialmente a nivel local, son advertidos, amenazados y luego, a menudo, asesinados a tiros a sangre fría”.
México obtuvo su mejor posición individual en el indicador de contexto político, que evalúa el grado de respeto a la autonomía y diversidad de los medios de comunicación, en la que sumó 58.18 puntos para alcanzar el lugar 82 entre todas las naciones evaluadas; sin embargo, el mismo reporte señala que en el país existe una concentración desmedida del acceso a estos espacios, lo que dificulta que otras propuestas independientes y plurales tengan éxito.
En la región, Cuba se mantiene como el país con la peor calificación del continente, aunque en esta edición Honduras, Nicaragua y Venezuela se sumaron a la lista de naciones críticas con menos de 40 puntos generales, mientras que a nivel mundial esta categoría también se amplió al agregar a Rusia, Afganistán, Turkmenistán y Pakistán.
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