En los primeros tres años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador se ha alcanzado la mayor tasa acumulada de homicidios dolosos en el país desde el año 2000, al registrar al cierre de 2021 una tasa del 72.45, en comparación con las tasas que no superaron los 43.37 en los sexenios de Vicente Fox o Enrique Peña Nieto.
De acuerdo con el “Análisis de la Incidencia Delictiva en 2021” del Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) al igual que los homicidios dolosos, la incidencia de extorsiones también registra la tasa más alta en los primeros 36 meses del gobierno actual; mientras que el robo con violencia se ubica como el segundo más alto con 594.29, sólo debajo de 605.14 de los primeros tres años de Fox.
Si bien la organización señala que, con base en los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) la tasa de víctimas de homicidio doloso descendió 4.3% el año pasado en comparación con 2020, la variación porcentual en la cantidad de carpetas de investigación de homicidio intencional de lo que va de este gobierno con respecto al primer trienio del sexenio de Calderón es del 98.6 por ciento.
En cuanto a la comparativa en víctimas de delitos de alto impacto entre 2020 y 2021, exceptuando el homicidio doloso y secuestro, el resto de los delitos (feminicidio, extorsión, trata de personas y lesiones dolosas) registraron alzas nacionales, colocando el año pasado como el año con más víctimas de feminicidio e investigaciones por violación y violencia familiar.
“Los desvíos del presupuesto de seguridad hacia los programas insignia de esta administración —el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas— acentuaron la erosión institucional y mermaron la capacidad de policías y fiscalías locales”, apuntó el ONC que encabeza Francisco Rivas al señalar seis puntos centrales que demuestran la fallida estrategia de seguridad del gobierno.
