Tras su liberación, mandan a la “Reina de Cuba” a Puerto Rico

22 de Abril de 2025

Tras su liberación, mandan a la “Reina de Cuba” a Puerto Rico

“Me consideré moralmente obligada a ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político”, reveló Ana Belén Montes

Ana Belén Montes
Foto: Especial

Ana Belén Montes fue liberada de una cárcel de máxima seguridad de Estados Unidos y obligada a vivir en libertad en la isla de Puerto Rico, de donde es originaria su familia.

La noticia podría parecer irrelevante para la mayoría de los lectores y su nombre ha pasado desapercibido, pero su importancia para Estados Unidos no fue menor, pues es pieza clave para entender su relación con Cuba.

Conocida como “Reina de Cuba”, la mujer fue exresponsable de Latinoamérica en la Defense Intelligence Agency (DIA, la ‎agencia de inteligencia del Departamento de Defensa de Estados Unidos).

La mujer, liberada tras permanecer encerrada más de 20 años, fue procesada por espiar a favor del Gobierno cubano usando su posición dentro de la agencia y lazos con otros departamentos.

“Animo a los que desean enfocarse en mí a que, en cambio, se enfoquen en temas importantes, como los serios problemas que enfrenta el pueblo puertorriqueño o el embargo económico de EE.UU. hacia Cuba”, dijo en su nombre la abogada Linda Backiel para el medio El Nuevo Día.

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La mujer, de 65 años, aún deberá cumplir un régimen de libertad condicional por cinco años en Puerto Rico, país al que arribó tras ser escoltada por un alguacil federal estadounidense.

“Tras dos décadas bastante agotadoras y, ante la necesidad de volver a ganarme la vida, quisiera dedicarme a una existencia tranquila y privada. Por lo tanto, no participaré en ningunas actividades mediáticas”, continuó el texto.

¿Quién es Ana Belén Montes para Cuba?

Montes es considerada como una de las funcionarias estadounidenses de más alto rango que se haya demostrado que espió para el Gobierno cubano, de ahí su apodo.

La mujer nació en 1957 en una base militar estadounidense situada en Nuremberg, en la Alemania Occidental (RFA); su padre, de nacionalidad puertorriqueña y trabajó en esa base militar como médico.

Estudió en Estados Unidos en el área de Relaciones Internacionales. Posteriormente trabajó en un cargo administrativo en el Departamento de Justicia.

Según el FBI, siendo funcionaria “con frecuencia criticaba las políticas del Gobierno estadounidense contra Centroamérica”; pero “sus opiniones llamaron la atención de los ‘funcionarios’ cubanos que pensaron que ella simpatizaría con su causa”.

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Foto: @zhangbuxin

“Ella se reunió con ellos. Poco después, Montes accedió a ayudar a Cuba”, dice el texto.

A favor de la Revolución cubana

En 1985, Ana Belén Montes comenzó a trabajar en la DIA, una agencia estratégica para el Pentágono, donde logró acceder a información clasificada que trasfirió a Cuba.

Según la información del FBI, es ese punto fue reclutada por Marta Rita Velázquez Hernández, otra espía portorriqueña.

En 1992, como analista en el Pentágono, ocupó un cargo inexistente para unirse a la representación diplomática en La Habana para “estudiar” a los militares cubanos, según el periodista y escritor colombiano Hernando Calvo Ospina.

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Este último la ubica como un “miembro del súper secreto” que laboraba junto a funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), la Casa Blanca y del Departamento de Estado.

Se sabe que la Ana Belén Montes no sustrajo ni un solo documento en su labor de espionaje, sino que los memorizaba y en su casa lo escribía en su computadora portátil para enviar la información en discos encriptados a la mayor de las Antillas.

Arrestó cerca del 9/11

Su arresto se produjo en septiembre de 2001, con 44 años, acusada por el FBI de conspiración para entregar información de defensa nacional a Cuba en su oficina en la sede de la DIA, ubicada en la Base de la Fuerza Aérea de Bolling, en Washington.

El FBI explicó que su arresto se dio 10 después del ataque terrorista del 11 de septiembre en Nueva York, porque “tuvo mucho que ver con la protección del país en un momento en que la seguridad nacional era de suma importancia”.

Sacar a Montes del sistema de seguridad e inteligencia estadounidense se debió a que “pronto tendría acceso a información clasificada sobre la invasión planeada de EE.UU. a Afganistán, el mes siguiente”.

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La historia recogida por un reportaje de RT, señala que Montes reconoció el espionaje y señaló a cuatro oficiales de Inteligencia encubiertos estadounidenses que trabajaban en Cuba. En 2002 se declaró culpable y fue sentenciada a 25 años de cárcel.

La mujer estuvo recluida por más de dos décadas en un régimen extremo de aislamiento con visitas solo de su padre y hermanos; y tenía prohibido hablar con otras presas, usar teléfono, recibir periódicos, ver televisión y hablar sobre su salud.

Su conciencia se lo ordenó

Aceptó que se involucró en la actividad de espionaje, pero que lo hizo porque obedeció a su conciencia “más que obedecer a la ley”.

“Me consideré moralmente obligada a ayudar a la isla a defenderse de nuestros esfuerzos de imponer en ella nuestros valores y nuestro sistema político. Nosotros hemos hecho gala de intolerancia y desprecio hacia Cuba”, agregó.

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Foto: @ManoloRGomez

Consideró que el Gobierno estadounidense unca ha respetado “el derecho de Cuba a definir su propio destino, sus propios ideales de igualdad y justicia”.

“Hice lo que consideré más adecuado para contrarrestar una gran injusticia”, remató.

El Gobierno de ese país consideró que la motivación de Montes para espiar era por “ideología pura”, pues en el tiempo que realizó esa labor no aceptó dinero.

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