Fidencio Aldama Pérez, un destacado líder indígena de la comunidad yaqui en Loma de Bácum, ha sido liberado del Centro de Readaptación Social de Ciudad Obregón este fin de semana.
Aldama Pérez había pasado los últimos siete años tras las rejas tras ser condenado por el asesinato de Cruz Buitimea Félix durante un enfrentamiento en octubre de 2016.
El enfrentamiento se produjo debido a las divergencias de opinión entre los miembros de la nación yaqui sobre la construcción del gasoducto Aguaprieta en su territorio.
Los seguidores de Aldama Pérez afirmaron que la muerte de Cruz Buitimea ocurrió durante una pelea entre los yaquis opositores y los promotores del gasoducto Agua Prieta; un proyecto de la empresa IEnova que busca atravesar ilegalmente las tierras indígenas para suministrar gas natural a industrias públicas y privadas, incluyendo una planta de ciclo combinado de la Comisión Federal de Electricidad en el puerto de Empalme.
Declaran su inocencia
La liberación de Fidencio Aldama fue una demanda constante de la tribu yaqui del sur de Sonora.
Sus seguidores alegaron que no había pruebas contundentes de su culpabilidad en el crimen. Finalmente, un juez federal ordenó su liberación y lo declaró inocente debido a la falta de pruebas concluyentes.
Serge Enríquez Tolano, presidente municipal de Bácum, informó sobre la orden de liberación y destacó que se había reconocido la inocencia de Aldama Pérez.
El líder indígena había sido originalmente condenado a 15 años de prisión por el crimen.
Durante su tiempo en prisión, contingentes de mujeres y ancianos de la comunidad yaqui se manifestaron frente a las oficinas de la Fiscalía General de Justicia del Estado en Hermosillo exigiendo su liberación, pero sus peticiones no obtuvieron respuesta.
Tras ser liberado, Aldama Pérez dijo que su libertad no fue resultado de un intercambio; y advirtió que seguirá defendiendo las tierras yaquis, su cultura y tradiciones, sin importar los intentos de empresas multimillonarias de dividir a sus comunidades.
Hay quienes somos leales a la nación yaqui, que no nos doblegamos ante el dinero, que llevamos en el corazón el juramento yaqui. De nuestra autodefensa sale nuestro autogobierno, porque yo soy de la tribu yaqui, y de la sangre de nuestro pueblo nació el capitalismo”, dijo.
Señaló que se debe “construir, defender y ejercer colectivamente los acuerdos de los pobres, como constitución de nuestro pueblo”.
Reivindicó su derecho a la autodeterminación para poder organizar su territorio “y la forma en que queremos construir nuestro futuro”
El conflicto generado por la construcción del gasoducto aún se encuentra en disputa legal.
El tendido del tubo de gas a través del territorio yaqui ha sido interrumpido después de que los 18 kilómetros que atraviesan Loma de Bácum fueran vandalizados. Este es el único de los ocho pueblos de la Nación Yaqui que se resiste a la obra.
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