La semana pasada, la calificadora Moody’s recortó la calificación a Petróleos mexicanos (Pemex) debido a que no tiene la liquidez para enfrentar sus compromisos con proveedores y con los vencimientos de bonos, que se calcula son alrededor de 140 mil millones de pesos.
En medio de este escenario, el presidente Andrés Manuel López Obrador comunicó que dará un apoyo extra a la paraestatal, un subvención de Derecho de Utilidad Compartida (DUC), la cual abarca cuatro meses, de octubre de 2023 a enero de este año, lo que le traerá no sacar dinero de su caja registradora y poder enfrentar sus compromisos.
Los recursos que estaría conservando Pemex estarán entre los 70 mil y 110 mil millones de pesos. El viernes pasado, Moody’s Ratings ajustó la calificación a la baja de la Deuda Crediticia de Pemex, de B1 a B3, a un grado de llegar a lo que se denomina especulación, lo que le traerá a la empresa del Estado tener que pagar réditos más altos al pedir prestado o que la tasa al emitir deuda deba ser más alta para que los inversionistas arriesguen su capital.
El DUC es un impuesto que se le aplica a los ingresos de Pemex y actualmente es del 30%, lo que significa que de cada peso que la petrolera obtiene de utilidades, 35 centavos se dirigen al Gobierno Federal.
Al inicio de esta administración, el DUC era de 65%, y gradualmente los morenistas lo han ido descendiendo para no lastimar los ingresos del Estado. En el 2024, el DUC fue de 40%, por lo que este año le recortaron 10 puntos porcentuales.