El presidente Andrés Manuel López Obrador lanzó un llamado a los “huachicoleros”, aseguró que quienes se dedican al robo de combustible ponen en peligro a miles de familias cuando abren tomas clandestinas en los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex).
En agosto se han registrado dos fuertes fugas de gas LP, que ha puesto en riesgo a los habitantes de Nextlalpan, Estado de México y de Acajete, Puebla.
“Esto amerita hacer un llamado a quienes se dedican al robo de combustible, a abrir las tomas clandestinas, pues ponen en riesgo la vida de mucha gente”, afirmó el mandatario mientras pedía pensar todo lo que implicaba este delito.
En la fuga de Nextlalpan, registrada el 2 de agosto, autoridades tuvieron que desalojar a alrededor de tres mil habitantes por un toma clandestina del Poliducto Cactus-Guadalajara, en la que tras cerca de 12 horas de trabajo se logró cerrar la válvula y atender el incidente.
Ayer, en Acajete, Puebla, se registró otra fuga de gas, por la que se tuvo que cerrar circulación en la carretera Puebla-Orizaba para evitar riesgos mayores.
Ante dichos eventos, el Presidente reconoció la labor de los trabajadores de Pemex y de Protección Civil, de la gente que ha atendido las órdenes de desalojo, así como a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la de Marina (Semar) y la Guardia Nacional por apoyar rápidamente en estos casos.
“No queremos desgracias, no queremos que haya pérdidas de vidas humanas. Se ha podido reducir el robo de combustible, pero todavía hay bandas que actúan y pueden poner en riesgo la vida de las personas”, reconoció el tabasqueño.
Desde enero de este año, López Obrador impulsó una estrategia contra el huachicoleo, como se le conoce al robo de combustible que, de acuerdo con sus datos, ha disminuido de 81 mil a 5 mil barriles diarios de combustible robados. NM
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