A casi tres meses de su desaparición, el joven Marco Antonio Sánchez regresará a su casa, luego de permanecer en un hospital de la Ciudad de México, aunque deberá continuar su tratamiento médico, bajo la supervisión de la Segob y la CNDH. El estudiante de la Preparatoria 8 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), desapareció por cinco días, luego de haber sido arrestado por policías, causando daños psicológicos y físicos. El joven abandona el Instituto Nacional de Neurología para iniciar otra modalidad de tratamiento profesional que permita su recuperación. Familiares y organizaciones sociales han denunciado que los policías que presuntamente agredieron a Marco Antonio siguen libres y en activo, y que la investigación local no ha aportado ninguna evidencia de lo ocurrido durante la desaparición del joven. “La policía de la Ciudad se mantiene en la posición de reducir a un error de protocolos, sin reconocer el actuar delictivo de sus elementos, aunque la Procuraduría General de la República a través de la Fiscalía sobre Desaparición forzada tiene abierta una carpeta de investigación con diversas actuaciones”, señalan las organizaciones.