El obispo emérito de la Diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, ha afirmado haber intervenido ante un grupo criminal para que la Semana Santa en Taxco pudiera realizarse con calma.
Señaló que el párroco de la Iglesia de Santa Prisca de Taxco, Thomas Martínez, le informó que todo se había desarrollado con tranquilidad; luego de que los penitentes denunciaron que integrantes de la delincuencia organizada pedían sus nombres, números telefónicos y direcciones para obligarlos a comprar rollos de zarza a precios más elevados.
El obispo afirmó haber hecho un pacto con un delincuente apodado “El Rani” para “calmar” la violencia en Taxco y permitir que se desarrollaran las actividades de la Semana Santa.
“Les exhorté que dejaran pasar la Semana Santa tranquila en Taxco y en toda esa zona, creo que así sucedió”, afirmó.
Rangel Mendoza dijo que entre los acuerdos pactados se encontraba el compromiso de reducir los asesinatos.
“Yo creo que nos conviene abonar a la paz, abonar la tranquilidad. Hace tiempo yo había hablado con el jefe de la plaza de esa zona y él me prometió que le iba a bajar al crimen”, agregó.
El obispo emérito reconoció que la intervención de la iglesia en asuntos de seguridad puede ser polémica; pero justificó su acción como una medida necesaria para garantizar la seguridad de los feligreses y turistas que visitan Taxco durante la Semana Santa.
La intervención de Rangel Mendoza fue objeto de controversia y puso de relieve la preocupante situación de la violencia e inseguridad en la región. DJ
Con información de Milenio
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