El cierre de dos módulos de inspección en la Zona de Exportación de la Garita de Otay Mesa, anunciado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) por tiempo indefinido, ocasiona que choferes esperen entre siete y ocho horas para ingresar al vecino país.
Ya llevo cinco horas y todavía me faltan otras tres por lo que veo”, dice Mauricio Guerrero a la agencia Notimex, quien tiene cuatro años cruzando la frontera como chofer de tráiler, tiempo en el que nunca le había tocado vivir algo así.
Este retraso en el cruce del área comercial de la Garita de Otay ha provocado caos vial en calles aledañas, al igual que el bulevar Bellas Artes, la avenida principal para quienes se dirigen a Estados Unidos por el área de Otay.
“Desde el lunes de esta semana empezó el retraso para cruzar, pero ayer y hoy ha estado verdaderamente crítico, aún no lo puedo creer que hice tres horas para llegar hasta aquí y me faltan mínimo unas cuatro más”, dice para la misma agencia, Carlos Hernández.
La titular de la Secretaría de Economía (SE), Graciela Márquez Colín, reconoció que 70 por ciento de los vegetales frescos del país son los que transitan continuamente por el cruce fronterizo Nogales-Mariposa y que resultarían afectados.
“La afectación no es de un solo día, sino es una afectación que si uno no deja pasar a un camión el domingo la fila más larga es el lunes y, así sucesivamente”.
Dijo que sí hay un “cierre parcial” en la frontera norte, debido a una decisión administrativa del gobierno estadounidense que detiene a México para actuar ante ello.
“Este no es un cierre total, es un cierre parcial”, porque el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, hizo movimientos para relocalizar a sus funcionarios, con el propósito de reforzar la vigilancia de la frontera con México, comentó en conferencia de prensa.
Sin embargo, la medida es todavía insuficiente para que el gobierno mexicano interponga una controversia o queja al respecto, sostuvo la encargada de la política económica de México. “El gobierno mexicano no puede actuar por declaraciones, sino por hechos”, por lo que se actuará “cuando venga una medida de otra naturaleza”.
En el encuentro con los representantes de los medios de comunicación, acompañada del director general de la Organización Mundial del Comercio (OMC), Roberto Azevedo, Márquez Colín indicó: “Tendríamos que esperar al cierre definitivo de la frontera como una medida de obstaculización al comercio y no en términos administratvos, como ha sido hasta este momento”.
La funcionaria indicó que se ha conversado con productores y exportadores mexicanos para buscar ampliar los horarios los días donde se permita cruzar la frontera e incluso evalúan transportar los productos agrícolas a través de la vía marítima, que es el segundo medio de transporte del comercio.
“Esto no se puede hacer de la noche a la mañana, pero si como parte del programa del gobierno mexicano para ver lo de la rehabilitación de puertos durante el sexenio”, mencionó.
Afirmó en este contexto que “es muy importante mantener separada” la discusión sobre asuntos migratorios de los comerciales, luego que el presidente Donald Trump amenazó con imponer nuevos aranceles si no se frena el flujo de migrantes y el tráfico de drogas.
