Las labores domésticas y de cuidado que no son remuneradas en México, representaron en el 2018 el 23.5% del PIB del país, es decir, si esas tareas fueran pagadas equivaldrían aproximadamente a 5.5 billones de pesos.
Para dimensionar el impacto de las labores domésticas y de cuidado no remuneradas sirve un ejemplo: el PIB de esas tareas supera siete veces al que aportó todo el sector de la Cultura el año pasado.
El trabajo no remunerado encaminado a la producción de bienes de autoconsumo contribuyó con el 1.4% del PIB y las labores de los menores entre 5 y 11 años el 0.2 por ciento.
Las mujeres ocupan el 76.4 por ciento del total del tiempo que se destina en los hogares para las labores de cuidado y domésticas.
Al observar el valor del trabajo doméstico y de cuidados por decil de hogar según el ingreso, las mujeres del decil I (con menores ingresos) contribuyeron con 63 mil 307 pesos en promedio al año; mientras que aquellas que pertenecen al décimo decil (con mayores ingresos) lo hicieron con el equivalente a 56 mil 450 pesos en el mismo periodo.
El Valor Económico Total del Trabajo No Remunerado de los Hogares se integra por: el valor económico del trabajo no remunerado en labores domésticas y de cuidados, la producción de bienes de autoconsumo y por las labores realizadas por niños entre 5 y 11 años.
Cabe señalar que fue apenas en este año cuando el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) comenzó a dar seguridad social a las trabajadoras domésticas, tras una larga lucha de colectivos y asociaciones que pugnan por el reconocimiento de dicha actividad. NR
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