En el país hay más o menos medio millón de trabajadores de taxis y servicios de reparto de plataformas digitales que carecen de algún tipo de seguridad de salud y retiro. A pesar de que los accidentes se crecen y todos los gastos deben pagarlos los propios conductores.
Las empresas como Uber o Didi, entre otras más, se han resistido a que se normalicen los beneficios laborales en el mundo, sólo en Reino Unido consiguieron el reconocimiento de una relación laboral, apenas el principio.
En México, en los próximos meses, se prevé que se inicie una batalla en este tema. Por un lado la secretaria del Trabajo, Luisa María Alcalde Luján, ya inició una cruzada para conseguirlo legalmente; por el otro las empresas comenzaron su campaña y apenas esta semana desempolvaron y actualizaron un decálogo que el miércoles presentaron diferentes organizaciones, entre ellas Ni un repartidor menos y Nosotrxs, así como las plataformas Uber, Didi y Rappi, para iniciar un diálogo entre todos: “Este decálogo es un esfuerzo por parte de todos estos agentes para generar una conversación transversal que involucre a todos los afectados por una potencial regulación de forma equitativa”, señalaron en un comunicado.
La maquinaria para construir una propuesta legal en materia laboral y presentarla ante el Congreso ya está en marcha, para otorgar las prestaciones de ley a los trabajadores de las plataformas digitales.
Alcalde Luján explicó que hay casi medio millón de trabajadores en estos esquemas laborales, y que en su mayoría son jóvenes. La llegada de más tecnología y un marco legal que ha sido vulnerado por empresas como Uber, Didi, Amazon, Cabify, entre muchas más, para no brindar ninguna prestación laboral a los trabajadores que están utilizando sus sistemas, son entre las principales razones que han obligado a que el gobierno tome cartas en el asunto, ya que son casi 10 años de la llegada de estos y no se ha consolidado algún cambio.
Lesiones y muertes
El crecimiento de estas empresas tecnológicas ha venido acompañado de un incremento en los accidentes, principalmente entre los repartidores que ante lograr metas establecidas por las propias plataformas ponen en riesgo su vida.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), 47% de los repartidores de las aplicaciones digitales ha sufrido un accidente laboral, cuando la media global es de 21%, revela el organismo.
Aunque para muchos ha sido una herramienta de ingresos que les permite la flexibilización de horarios, la exposición de su integridad física podría considerarse un elemento que sobrepasa el sharing economy o economía compartida, ya que los riesgos de salud y seguridad realmente los absorbe el trabajador y no la empresa.
De acuerdo con Alcalde Luján, la flexibilidad de estos empleos se va a proteger y considera positivo el poder definir los propios horarios.
Aunque del lado del trabajador se está buscando hacer justicia social, por el lado de los clientes hay quejas porque el servicio no es adecuado, además de un incremento en la inseguridad que existe al interior de estas redes de prestaciones.
Las plataformas más demandadas en el país y las que tienen el mayor número de trabajadores a su servicio son las que más quejas tienen de los usuarios con respecto al trato al cliente, unidades en mal estado, robos y hasta intentos de secuestro. En redes sociales han estallado críticas, por su baja calidad en el servicio y por sus carentes medidas de seguridad cada vez más endebles.
La resistencia
El gobierno busca de una u otra manera integrar al mercado formal a los informales, no obstante las plataformas en otros países se han puesto en pie de lucha para defender que no son patrones, y por consecuencia no están obligados a dar las prestaciones de ley, se amparan en ser una plataforma disponible para quienes quieren prestar sus servicios y quienes quieran solicitarlos.
Desde 2013, comenzaron a instalarse en México las plataformas digitales con servicio de transporte y posteriormente se fueron incrementando otras prestaciones como entrega de comida o mercancías, entre otros. Los trabajadores no están obligados a estar en una sola plataforma, pero las mismas tienen estrategias para que ellos estén conectados más tiempo, y esta es una de las causas que podrían ligar a estas empresas de forma patronal a los empleados.
En 2018, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) multó a Uber, Easy Taxi y Cabify por usar cláusulas abusivas y publicidad engañosa, pues se consideró incurrieron en probables transgresiones a los derechos de los usuarios.
Pese a las multas asignadas, comparadas con los ingresos que pueden obtener estas compañías, suena irrisorio. En ese año, se les adjudicó una multa entre las tres de 6.5 millones de pesos.
Las plataformas más demandadas y con más trabajadores también tienen mayores quejas de los usuarios respecto al trato al cliente.
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