Exposición al Covid-19, restricción de espacios para ejercer su labor y violencia, enmarcan la situación a la que se han enfrentado las trabajadoras sexuales en México, de acuerdo con lo relatado por ellas mismas durante el XXIV Encuentro de la Red Mexicana de Trabajo Sexual.
Las trabajadoras indicaron que durante la pandemia creció la extorsión por parte de la delincuencia organizada y autoridades; también hubo mayor violencia en las calles, así como un incremento en la trata de personas y en los casos de VIH.
En Tapachula, Chiapas, se incrementaron los casos de VIH en un 10% y un 20% en sífilis. Los motivos son que la emergencia sanitaria por Covid-19 obligó a las personas que se dedican al trabajo sexual a dar el servicio sin condón, buscar espacios alejados y poco protegidos ante el cierre de hoteles”, apuntaron las trabajadoras sexuales de Chiapas.
En el caso de Veracruz, refirieron que el estado ha dejado de repartir condones del sector Salud o los ofrecen a cambio de servicios sexuales sin paga.
Jalisco tiene una situación similar, pues el Consejo Estatal para la Prevención del VIH (CoeSIDA) informó la inexistencia de lubricantes solubles al agua y desabasto de preservativos.
Durante el encuentro, las trabajadoras sexuales alertaron que en Tlalpan, La Merced, Pino Suárez, Xochimilco y Revolución —en la Ciudad de México— “creció el número de carpetas de investigación, derivado del aumento del número de violaciones de derechos de las trabajadoras, hay un incremento de la delincuencia organizada que extorsiona e impide que salgan a laborar sin miedo”.
Debido a las violencias y abusos a las que se exponen como trabajadoras sexuales, las afectadas urgieron que las autoridades a proteger su labor, que se tomen cartas en el asunto para resolver las cuestiones médicas a las que tienen derecho y que cesen las extorsiones y violaciones a sus derechos humanos.