La Sociedad Zoológica de Londres (ZSL, por sus siglas en inglés) informó que incluyó a la tortuga Elusor macrurus en su nueva lista de reptiles en peligro de extinción, una triste noticia que se suma a la anunciada esta misma semana por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza quien denunció que la jirafa se encuentra amenazada. El reptil oriundo del río Mary en Queensland, Australia es probablemente una las criaturas más llamativas del planeta debido a que tiene una cresta que parece un mohicano de color verde (que en realidad son algas que crecen en su cráneo), un par de colmillos carnosos debajo de la barbilla y lo más impresionante es que puede respirar por sus genitales. La extraña especie, de 40 centímetros de largo, tiene unos órganos similares a branquias dentro de su cloaca (orificio utilizado por los reptiles para su excreción y apareamiento) que le permiten permanecer bajo el agua durante tres días, sin embargo, ello no le ha servido para esconderse de los humanos, que durante la década de los 60 y 70 las capturaban para tenerlas como mascota. La ZSL indicó que la tortuga del río Mary ocupa el puesto 30 de la categoría de reptiles de la lista Evolutionarily Distinct and Globally Endangered (EDGE). [gallery ids="853515,853516,853517"]
Jirafa amenazada
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza reveló la semana pasada que las jirafas se encuentran en peligro de extinción ya que su población ha descendido un 40% durante los últimos 30 años debido a la caza ilegal. Actualmente quedan aproximadamente 97 mil de 600 mil jirafas. La organización informó que las razones por las cuales se encuentran amenazadas son: • La caza ilegal o furtiva. • La pérdida del hábitat. Esto se debe a la deforestación, el aumento de la población humana, el cambio del uso de suelo y la expansión de las actividades agricultoras y ganaderas. • Problemas civiles que implican violencia u operaciones militares y paramilitares. Hay que destacar, que estos mamíferos son utilizados para hacer sandalias, tambores y ropa con su piel, hilo con su pelo, cuerdas musicales con sus tendones, matamoscas con su cola y también se come su carne. (Con información de El País) TB