Si bien el fin del Título 42 fue un suceso que recibieron con aplausos los migrantes, las estimaciones sobre la situación migratoria en la frontera no son nada halagüeñas tras el fin de esta disposición. Y es que se espera una posible “avalancha” de personas migrantes en la franja que separa a Estados Unidos de México.
Al respecto, los gobiernos de los estados ubicados en la zona limítrofe van asumiendo un plan que mitigue la inminente crisis humanitaria, dado que 2.7 millones de personas han sido rechazadas durante tres años de la puesta en vigor del Título 42.
A medida que comienzan las liberaciones de los migrantes, los funcionarios de la ciudad fronteriza de Nogales pidieron a la administración de Biden que considere una declaratoria de emergencia federal, mientras la comunidad lucha por manejar el aumento de llegadas de inmigrantes en las últimas horas.
Un aspecto importante es la salud, pues mientras siguen las liberaciones, los centros médicos se preparan para un aumento inusual de migrantes. Un ejemplo de ello está al sur de Arizona, en el condado de Douglas, donde Chiricahua Community Health Centers en comunicado mencionó: “Nuestro entendimiento actual es que planean liberar a unas 200 personas por día y ya han comenzado una prueba beta del proceso mediante el cual agrupa liberaciones en la calle y dirigen a las personas a través de inmigración y les informan que habrá un autobús en el estacionamiento de Walmart para llevarlos a Tucson”.
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Incluso el alcalde de Douglas, Donald Huish, aseveró que si bien no hay largas filas de migrantes que cruzan con la frontera mexicana de Agua Prieta, estiman el arribo de cerca de de seis mil personas en Hermosillo, por lo que se espera que se dirijan a Nogales o Agua Prieta en los próximos días.
En tanto, Yuma, también en Arizona, las autoridades comunicaron que la ciudad no tiene fondos para el transporte, alimentación y el alojamiento de los migrantes, y en caso de que tenga que proporcionar algún servicio, solicitará el reembolso de las agencias estatales y federales correspondientes”, dijo en un comunicado de prensa.
Pero las acciones también abarcan otro tipo de acuerdos. En Pima, Arizona, se llegó a un acuerdo con hoteles para albergar a migrantes que crucen la frontera, en caso de que se saturen los albergues, para evitar que estos sean dejados por la Patrulla Fronteriza en las calles. Estos lugares también servirán para ubicar a migrantes que den positivo a la Covid-19 u otra enfermedad que sea potencialmente contagiosa.
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Otras acciones también se han implementado en sitios como el de Los Ángeles, California, donde la Oficina de Asuntos para Inmigrantes del condado de Los Ángeles (OIA, por sus siglas en inglés) actualizó un mapa con lugares que ofrecen diversos tipos de recursos y ayudas para migrantes.
Mientras, un grupo de organizaciones civiles comenzaron a reunir suministros para entregar a los migrantes en la frontera, principalmente en Tijuana.
En esta zona del país la situación es muy preocupante, pues a los albergues de Tijuana llegan entre cuatro mil 500 y cinco mil migrantes, aunque fuera de esos refugios se ubica hasta el doble de esa cifra.
Al respecto, el director y fundador de Movimiento Juventud 2000, José María García Lara, refirió para el Semanario Zeta, que “se está hablando de cientos de ellos o si no, de miles que están ahorita moviéndose a lo largo y ancho ya de nuestro país, pero también desde otras naciones, que están empezando a cruzar, varios países”.
Política polémica
La situación también ha sido un tema fuerte entre los políticos estadounidenses. Un ejemplo de ello es el congresista demócrata, Greg Stanton, quien desde su cuenta de Twitter posteó una carta dirigida al presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy; y al líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries. En su misiva, Stanton, quien también es presidente del Grupo de Trabajo de Inmigración y Seguridad Fronteriza de la coalición, expresó su oposición al proyecto de ley del Partido Republicano, por lo que también pidió una solución respecto al tema migratorio.
En cuanto a la polémica, basta el comentario del senador por Louisiana John Neely Kennedy, quien en una audiencia de la jefa de la Agencia Antidrogas (DEA), Anne Milgram, insistió en el envío de tropas de Estados Unidos a México para abatir a los cárteles mexicanos.
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Pero el momento más álgido llegó cuando comentó que “sin la gente de Estados Unidos, México, hablando en sentido figurado, estaría comiendo comida para gatos de una lata y viviendo en una carpa (...) en un traspatio”.
Otro aspecto que pone de relieve la crisis que irá en aumento son las deportaciones. Recientemente el gobierno de Estados Unidos puso de manifiesto que las medidas de “contención” contra algunos migrantes en vuelos de deportación, se deben a la violencia de los detenidos. “No es algo que nos guste hacer, por eso pedimos a los migrantes que no se pongan violentos en estos vuelos”, mencionó a medios internacionales el subsecretario de Política Fronteriza e Inmigración del Departamento de Seguridad Nacional, Blas Núñez-Neto.
Después de que expire el Título 42, Estados Unidos regresará al Código Federal de Inmigración, Título 8, que reinicia los procesos legales para expulsar o deportar a quienes ingresen ilegalmente al país.