En los últimos días, varias voces de políticos y miembros del gobierno de Estados Unidos han expresado su preocupación por la democracia en México y América Latina.
El avance de los gobiernos populares en el continente ha saltado las alarmas para ese país debido a que han buscado desde hace mucho tiempo, imponer sus valores en la región.
En ese contexto, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, opinó que la democracia y el respeto a las instituciones deben prevalecer para que América Latina ante los peligros que enfrenta la región.
¿Por qué ve peligro el diplomático? Sin que explicara la razón de los factores que ponen en peligro lo que entiende su país por democracia, hizo referencia al mitin político autonombrado #MiVotoNoSeToca para conservar la estructura del Instituto Nacional Electoral (INE).
“La democracia en Latinoamérica está temblando; está temblando y entonces el poder del pueblo y de las democracias que trabajan es importante”, señaló ante mujeres reunidas en el DMI Decididas Summit 2023.
Indicó que el mitin en el Zócalo de la Ciudad de México para rechazar el llamado “Plan B” de reforma electoral, fue la democracia en acción.
“Las manifestaciones que se vieron en México se deberían celebrar porque es parte de una democracia que tiene opinión, donde se puedan unir miles y miles; (fueron) arriba de 100 mil personas, para algo que les importa”, afirmó.
EU es la referencia
Sin dejar la opinión, dijo que en la región hay una amenaza a la democracia por casos de corrupción y de abusos de quienes ostentan el poder.
“México tiene una democracia enérgica. Lo hemos visto en estos días”, respondió.
“Hemos visto lo que está pasando en diferentes países, por ejemplo, en Nicaragua o en Venezuela. Yo recuerdo hace 30 o 40 años que Venezuela estaba en un lugar muy diferente a como está ahora. ¿Fue culpa de un pueblo o fue culpa de un gobierno? Uno se tiene que preguntar”, dijo Salazar.
Aseguro que su país es la referencia mundial, pues justificó que es democracia más antigua del mundo, 247 años; aunque reconoció que ha vivido sus propios desafíos, como el asalto violento al Congreso el 6 de enero del año pasado.
“¿Ha sido una democracia perfecta? No. Hemos tenido épocas, por ejemplo el tiempo de la esclavitud, el tratamiento de mujeres, distintos problemas; pero si en cambio una democracia que tiene fuerza y respeto a la oposición y también, con esa actividad se va mejorando una democracia, eso es lo que esperamos”, dijo.
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