Ticul, el agradecimiento desbordado por una oportunidad educativa

20 de Septiembre de 2024

Ticul, el agradecimiento desbordado por una oportunidad educativa

“La Perla del Sur” de Yucatán celebró la creación de la Universidad “Benito Juárez”, propuesta del presidente Andrés Manuel López Obrador

Los agradecimientos al presidente Andrés Manuel López Obrador se hacen presente en cada uno de los eventos a los que asiste y en cada localidad y entidad que visita, pero en Ticul, Yucatán, se dejó ver un desbordamiento de sincero agradecimiento.

En un ejercicio nunca visto, durante la espera del inicio del evento, las cámaras que transmiten a todo el país el desarrollo del mismo se dedicaron a enfocar rostros y pancartas de los presentes.

En cada una de las cartulinas, los yucatecos expresaban las gracias y prometían aprovechar al máximo el apoyo brindado.

“Nos abriste el camino a la educación”, “gracias por la oportunidad de estudiar”, “no te defraudaremos”, eran algunas de las frases que celebraban la Universidad “Benito Juárez” que hizo entrega el mandatario en este municipio al sur poniente de la entidad.

Ni el pegajoso calor que se sentía bajó los ánimos, un calor que trataba de ser minimizado con grandes ventiladores, los abanicos de las locales, o cualquier cosa que sirviera para obtener un poco de aire.

López Obrador ha enfatizado su preocupación por los jóvenes y porque éstos estén lejos de las tentaciones y de los caminos de la delincuencia, por lo que se ha comprometido con distintos programas sociales, entre ellos la construcción, rehabilitación o implementación de 100 universidades públicas.

En Ticul, una localidad de un poco más de 35 mil personas sólo existen tres universidades, dos de ellas privadas y una Normal, por lo que los estudiantes deben emigrar para poder obtener un título en la carrera de su preferencia.

Aquellos que no tienen la oportunidad económica de salir del municipio a Mérida para estudiar una licenciatura o ingeniería, se quedan en casa y como muchos de los habitantes se desempeñan en la producción de zapatos, principal actividad de Ticul.

Es por eso el reconocimiento a la primera universidad pública, la oportunidad para tantos jóvenes que tienen el anhelo de estudio como Julio quien asegura que él creyó que se pondría a hacer zapatos como su papá, pero ahora –aparte de ser zapatero- podrá tener una carrera y una oportunidad para hacer lo que le gusta en el futuro.

O como Carla, que tuvo que regresar de Mérida y dejar la carrera de medicina porque sus madre enfermó y el dinero ya no alcanza para que ella siga estudiando fuera.

Son estas y tantas otras historias las que celebraron esta tarde la creación de la nueva universidad, de la nueva oportunidad de educación.