El presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, se convirtió en objeto de críticas tras una breve visita a Tokio para ver los Juegos Paralímpicos.
Bach pasó un mes en Japón para los Juegos Olímpicos recientemente clausurados, regresó el día antes de la ceremonia de apertura de los Juegos Paralímpicos del martes y partió 24 horas después.
El funcionario fue fotografiado en la famosa zona comercial de Ginza después de que terminaron los Juegos Olímpicos. Llevaba una máscara, pero los medios japoneses cuestionaron por qué estaba recorriendo la ciudad cuando se les dijo a los atletas que no lo hicieran.
“En este momento, el gobierno está solicitando a la gente que trabaje a distancia y Bach regresa sólo para eso”, dijo esta semana el doctor Shigeru Omi, asesor médico del gobierno nipón.