México registró la mayor caída en su historia dentro del Índice de Democracia 2021, al perder 0.5 puntos en la evaluación de 2021 para un total de 5.57 unidades, lo que colocó al país por primera vez entre las naciones con un régimen de gobierno híbrido, la tercera peor categoría dentro de este reporte.
Este índice, elaborado por la revista The Economist, resalta que “los altos niveles de violencia de los cárteles tuvieron un impacto en las elecciones intermedias de junio y plantean riesgos crecientes para la democracia mexicana”, algo que podría incrementarse en los próximos dos años.
Los analistas de este informe también apuntan a la figura del presidente Andrés Manuel López Obrador como uno de los factores que han erosionado la democracia en México, especialmente por “su continuo esfuerzo de concentrar el poder”, así como la intención de reformar las instituciones electorales del país.
Según el reporte, López Obrador también ha debilitado la democracia al “intensificar sus ataques a los medios de comunicación y volverse más intolerante con quienes lo critican, esto sin importar si son aliados de su movimiento”.
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México obtuvo su calificación más baja en el indicador de cultura política, que mide la percepción de la población y sus preferencias en esta área, y en donde sumó sólo 3.13 puntos de los diez posibles, lo que coloca al país al nivel de gobiernos autoritarios como China, Arabia Saudita y República Democrática del Congo.
De hecho, el reporte señala que “a pesar de los índices de aprobación persistentemente altos de López Obrador, los mexicanos expresan bajos niveles de confianza en el gobierno”, lo que afecta directamente los procesos democráticos que sean secundarios en el país.
A nivel regional, México perdió dos lugares respecto a 2020 para colocarse en la posición 17 de 24 naciones evaluadas en América Latina, donde la democracia sufrió su mayor caída al sumar cinco países que retrocedieron algún nivel dentro de este índice.
Entre los países que retrocedieron en la región se encuentra Chile, que pasó de ser una democracia plena a una con defectos, luego de las elecciones presidenciales de noviembre pasado, en donde el joven socialista Gabriel Boric se llevó el triunfo tras una polarizada segunda vuelta que cobró puntos a este país dentro de este índice.
Otros países que retrocedieron en la región fueron Ecuador y Paraguay, que como México pasaron de ser democracias con fallas a regímenes híbridos, mientras que Haití cayó a un modelo autoritario junto a Nicaragua, Cuba y Venezuela, que es el peor evaluado del continente con 2.11 puntos en total.
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