La balacera de El Paso, Texas, el llamado “Culiacanazo” y la masacre de nueve personas de la Familia LeBaron fueron recordadas por el presidente López Obrador durante su discurso en el Zócalo de la Ciudad de México.
Los tres eventos marcaron la relación de México con Estados Unidos. Al respecto de la balacera en El Paso, López Obrador envió sus condolencias a los familiares y urgió que se castigue al responsable.
Sobre este tiroteo en el que ocho mexicanos fueron asesinados, Patrick Crusius, presunto responsable, se declaró no culpable el pasado 10 de octubre, sin embargo, el gobierno mexicano continúa con acciones legales por el delito de terrorismo, toda vez que argumenta que el fundamento del tiroteo es la xenofobia.
A propósito de la liberación de Ovidio Guzmán, hijo de “El Chapo” Guzmán, misma que fue severamente juzgada por la prensa de EU, el presidente defendió la acción y dijo que ello evitó un derramamiento de sangre.
Podrán decir nuestros adversarios que mostramos debilidad, pero nada vale más que la vida de las personas”, declaró el mandatario.
Por último el presidente agradeció la cooperación de Estados Unidos en la investigación del caso LeBaron, donde colabora el FBI y sobre el cual hoy se anunció que hay “varios detenidos”.
A pesar del agradecimiento a EU, López Obrador, señaló que en México “no aceptamos ningún tipo de intervención, somos un país libre y soberano”.
Las declaraciones del presidente se inscriben días después de que la familia LeBaron urgiera la intervención de Donald Trump en el caso y luego de que el residente de la Casa Blanca señaló en una entrevista que prevé declarar a los grupos de crimen organizado como terroristas. NR
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