Las 100 prisiones que conforman el sistema carcelario de Texas fueron cerradas por completo esta semana, en respuesta a una serie de homicidios de presos atribuidos al tráfico de drogas, según anunciaron las autoridades estatales.
Empero, medida ha generado preocupación entre los defensores de los reclusos debido a la implacable ola de calor que azota el estado; una situación que podría poner en peligro las vidas de los presos.
El cierre total implica que los reclusos quedan confinados en sus celdas, muchas de las cuales carecen de aire acondicionado, incluso en medio de las altas temperaturas que suelen superar los 48.9 grados Celsius durante el verano en Texas.
La situación climática ha sido responsable de cientos de muertes de reclusos en los últimos años, según denuncian los defensores de los derechos de los presos.
La falta de aire acondicionado en el sistema carcelario de Texas, el más grande de Estados Unidos, ha sido objeto de críticas persistentes.
Pese a esto, el Departamento de Justicia Penal de Texas (TDCJ) afirma que no ha habido muertes relacionadas con el calor en sus prisiones.
Confrontar la crisis
El TDCJ justificó el cierre total debido a un “aumento en el peligroso contrabando y en los homicidios de reclusos relacionados con el tráfico de drogas”, que ha sido impulsado, en parte, por un aumento en la entrada de estupefacientes en las prisiones estatales en los últimos cinco años.
Según la agencia, se han registrado 16 homicidios de reclusos a manos de otros reclusos este año; la mayoría de los cuales se presume están relacionados con drogas ilegales. En 2021, se registraron nueve homicidios de este tipo, y en 2022, siete.
Bryan Collier, director ejecutivo del TDCJ, señaló que “un cierre total es una respuesta necesaria para confrontar las causas de raíz de esta crisis; para reforzar el nivel de las medidas de seguridad y para garantizar el bienestar de todos los individuos al interior de nuestra agencia.
Afirmó que están comprometidos a encontrar los narcóticos; pero también a trabajar con la Oficina del Inspector General y con las autoridades policiales externas para desmantelar las redes que meten drogas.
Es importante destacar que solo alrededor del 30% de las 100 unidades de prisiones en Texas cuentan con aire acondicionado completo, mientras que el resto tiene aire acondicionado parcial o ninguno.
Texas alberga aproximadamente a 128,000 presidiarios, y las preocupaciones sobre su seguridad y bienestar persisten en medio de este cierre total y las altas temperaturas estivales.
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