Conocido por su aridez y poca presencia de vida, el corazón de Australia alguna vez albergó densos bosques con una gran biodiversidad. Esta es la conclusión a la que llegó un equipo de paleontólogos tras el descubrimiento de un sitio de fósiles que reveló restos de arañas, insectos, peces, plantas e incluso una pluma de pájaro, todos con una antigüedad de 11 a 16 millones de años.
El hallazgo, publicado en Science Advances, incluye especies desconocidas con características de los que viven en ecosistemas de selvas tropicales.
“Muchos de los fósiles que estamos encontrando son nuevos para la ciencia e incluyen arañas trampa, cigarras gigantes, avispas y una variedad de peces. Hasta ahora ha sido difícil saber cómo eran estos ecosistemas antiguos, pero el nivel de preservación en este nuevo sitio de fósiles significa que incluso los organismos pequeños y frágiles, como los insectos, se convirtieron en fósiles bien conservados”, detalló al respecto el paleontólogo Matthew McCurry, del Instituto de Investigación del Museo Australiano.
Otra de las peculiaridades de este sitio de fósiles, nombrado “McGraths Flat” es el estado de conservación de los restos, ya que en algunos de estos restos se pueden apreciar incluso estructuras subcelulares, lo que representa una gran oportunidad para el estudio tanto de estas formas de vida como de los factores que propiciaron su desaparición.