Temor en vísperas electorales

14 de Noviembre de 2024

Luis M Cruz
Luis M Cruz

Temor en vísperas electorales

1. Todo parecía decidido pero lo inesperado ha sucedido cuando el FBI decidió reabrir la investigación por los correos electrónicos que manejara Clinton en un servidor privado cuando fuera Secretaria de Estado.

Según los datos de Rear Clear Politics, conforme a las encuestas recientes la percepción más amplia sigue siendo que Hillary Clinton ganará la elección presidencial; no obstante, aún existen posibilidades de que suceda algo extraordinario, como pudiera ser que el FBI presentara cargos contra la candidata demócrata o bien, se produjera un atentado terrorista, que pondría en jaque la elección. El 51% de los electores teme que pudiera haber violencia en estos días que faltan para la jornada del primer martes de noviembre.

2. Impulsadas por los temores, en las encuestas se ha ido cerrando la brecha, en promedio, con 48% de las preferencias para Clinton, frente a 45% para Trump, es decir, 3 puntos de diferencia, casi en la zona del empate técnico. Sobre estos datos, Clinton tendría 232 votos electorales casi seguros (95 duros y 137 probables) frente a sólo 126 de Trump (77 duros y 49 probables), casi un diferencial de 2 a 1 que pudiera considerarse irremontable.

Ciertamente, los mercados financieros temen que, en la medida en que se deba recurrir al “fotofinish”, entonces Trump tendrá más cuerda para no reconocer los resultados y exigir una revisión o recuento de votos.

3. Dado que tampoco la campaña de Clinton ha sido muy convincente (el porcentaje de negativos de Trump y Clinton se parece bastante, con 59.1% para el primero y 52.4 para la segunda), en las distintas agencias de análisis y de mercado, se valora cuidadosamente cuáles pudieran ser las implicaciones para México. De aquí al “día D”, todos coindicen en que habrán de vivir al filo de los asientos, es decir, con extrema cautela como para tomar decisiones fundamentales.

4. Si ganara Trump, el escenario sería muy complicado, con un primer golpe a la confianza que podría empujar el desliz monetario hacia los 20 pesos o más. En los próximos 11 días, conforme se aprecie el cierre del gap diferencial en las encuestas, la paridad del peso-dólar será la que absorba el impacto de la incertidumbre.

Tras ello, del 8 de noviembre al 20 de enero, fecha de la toma de posesión, sería el peor periodo para nuestro país, amén de los efectos en el mundo. Habría gran incertidumbre, se pospondrían decisiones de inversión y consumo y los mercados registrarían intensas corridas especulativas. La apuesta nuestra y de otros en este sentido, sería la de apelar a la fortaleza institucional norteamericana para mediar los abusos o excesos, así como al entramado internacional que buscaría contener el proteccionismo anunciado, en particular la Organización Mundial de Comercio.

Por otra parte, dada la polarización y hasta radicalización de los temas que el feroz discurso de Trump obligó a plantear, un triunfo demócrata no necesariamente significaría mejores días para nuestro país. La perspectiva con Hillary es que aprovechará el “efecto Trump” para plantear revisiones en la relación bilateral y presionar a México en materia de migración, derechos humanos, narcotráfico y corrupción.

5. En lo que económico, si ganara Trump el Banco de México debería subir la tasa de interés para contener el desliz del peso hasta en 75 puntos base en noviembre y otro tanto en diciembre, dejándola en 6.25%. En caso de que ganara Hillary, el movimiento se espera en menor cuantía, siendo hasta diciembre que Banxico subiría la tasa de interés en quizá un cuarto de punto conforme lo haga la Reserva Federal de Estados Unidos, para quedar en 5%. Parece que la cuestión no será si pagaremos, sino cuánto y cuándo en cualquier caso.