Lo que el presidente Putin ha llamado “una operación militar especial” en Ucrania pronto podría evolucionar aprovechando uno de los días más importantes en la historia rusa. Así lo dio a conocer el portal CNN, que informó que con motivo del 9 de mayo, día de la victoria sobre los nazis en la Segunda Guerra Mundial, el gobierno ruso podría estar preparando un logro militar importante en Ucrania, un gran escalada de hostilidades o ambas cosas.
Esta es una de las mayores preocupaciones de funcionarios estadounidenses y de occidente, toda vez que la primera dama de Estados Unidos, Jill Biden, viaja esta semana a Rumanía y Eslovaquia para reunirse con refugiados, trabajadores humanitarios, militares estadounidenses y personal diplomático. “Creo que intentará moverse de su concepto de operación especial. Ha estado preparando el terreno, sentando las bases para poder decir ‘ahora estamos en una guerra contra los nazis, y lo que necesito son más soldados rusos’”, explicó Ben Wallace, secretario de Defensa británico.
Respecto a la vista de la primera dama, tendrá lugar entre el 5 y el 9 de mayo, y constituye la última muestra de respaldo de Washington a Ucrania y a los países que lo apoyan. El encuentro se produce tras el viaje sorpresa de la titular de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, quien el sábado se reunió con el presidente ucraniano Volodimir Zelenski.
Jill Biden se reunirá el viernes con soldados estadounidenses en Rumania, antes de dirigirse a Bucarest el sábado, donde sostendrá encuentros con funcionarios del gobierno, la embajada de Estados Unidos y maestros que trabajan con niños refugiados ucranianos, indicó su oficina en un comunicado. La agenda contempla que el domingo viaje a la ciudad eslovaca de Kosice y al pueblo de Vysne Nemecke para reunirse con refugiados y trabajadores humanitarios. Por el momento no se contempla que el presidente Biden viaje a Ucrania.
En el frente, los objetivos militares también incluyen a los reporteros en Ucrania; según un reporte de Reporteros sin Fronteras, hasta el momento han muerto al menos siete periodistas, y varios más han quedado lesionados. La cifra contrasta con la proporcionada por el Sindicato Nacional de Periodistas de Ucrania, que informó que al menos 20 profesionales de los medios habían sido asesinados, con una cifra mayor de ellos sometidos a interrogaciones, detenciones y torturas por parte de las fuerzas rusas. Según los organismos, las zonas este y sur de Ucrania son los sitios más peligrosos para los comunicadores, toda vez que son los territorios donde se libra la mayor ofensiva.
En este sentido destaca el testimonio de Oleh Baturin, un periodista ucraniano detenido, interrogado y golpeado por soldados rusos. “Me golpearon mientras me llevaban a Nova Kakhovka. Me golpearon mientras estaba en la comisaría de Nova Kakhovka. Mientras me interrogaban en la oficina del alcalde, también me golpearon allí”, declaró después de ser liberado. “Todas las amenazas que escuché tenían que tomarse en serio. Estaba completamente a su merced”, aseguró.
En el frente. Los soldados en Kramatorsk, al este de Ucrania, pelean en periodos de dos meses antes de descansar y recibir atención médica.