El último par de décadas han cambiado de manera radical nuestra vida diaria, llevándonos a un punto de avance tecnológico inimaginado. Lo que antes se consideraba una locura, hoy es simplemente una posibilidad más del futuro de la humanidad. Los pasos agigantados de la tecnología en general nos han llevado incluso fuera de nuestro planeta cásino.city, permitiéndonos explorar lo que existe mucho más allá de nuestras fronteras galácticas. Las ramas de la tecnología tocan prácticamente todo punto de la civilización humana, y poco a poco, hemos trasladado nuestra interacción física por una digital mucho más eficiente. Podemos comprar víveres sin necesidad de salir de nuestro hogar. Podemos disfrutar de series y películas desde la comodidad de nuestra casa. Incluso los deportes y casinos se han trasladado al mundo virtual, siendo los e-sports y la tecnología de software de casino los nuevos modos de trabajo para muchos.
Sin embargo, ¿es todo este proceso de adaptación y evolución algo necesariamente bueno? El día de hoy queridos lectores, veamos un poco más de cerca la posible oscuridad inherente al proceso de evolución y adaptación a la tecnología.
Avances Impresionantes
Como dijimos al principio de este análisis, la evolución de la tecnología y los procesos del día a día nos han llevado a un punto muy dulce en cuanto al desarrollo de la humanidad como civilización. La medicina ha avanzado al punto de que podemos trasplantar casi cualquier órgano, curar casi cualquier enfermedad, y enfrentar casi cualquier situación que pueda sobrevenir, un ejemplo claro de esto último siendo la lucha mundial contra la pandemia del Covid-19 y todas sus mutaciones. El transporte y comunicación han evolucionado a tal punto que podemos hacer llegar casi cualquier cosa a cualquier punto del globo, y podemos comunicarnos con quien necesitemos desde cualquier lugar con servicio de internet. El tema de las finanzas es hoy en día mucho más seguro y eficiente, dando paso a que las interminables filas para poder ingresar y realizar un depósito o transferencia desde nuestra entidad bancaria, sean reemplazadas por unos cuantos clics. Sin embargo, este advenimiento tecnológico ha traído consigo consecuencias negativas para la sociedad, las cuales muchos de nosotros pasamos por alto por desconocimiento, falta de interés o poca atención.
El Lado Oscuro
A cambio de comodidad y eficiencia hemos entregado, sin darnos cuenta, partes en extremo importantes para la comunidad humana en general, desde el contacto y calor humano, hasta la privacidad y seguridad individual.
Humanidad
El punto que más aparente es cuando hablamos de la negatividad de los avances tecnológicos, es el deterioro de la calidez humana y el contacto entre símiles producto de la misma. No es raro escuchar a amigos o conocidos quienes durante una reunión simplemente se dieron a la tarea de mirar sus teléfonos o portátiles, sin dar mucha atención a las personas allí reunidas. Más de uno puede identificarse con esta situación con tan solo pensar un poco en las últimas veces que nos hemos reunido, y la situación en ocasiones llega a tal extremo que incluso relaciones tan profundas como las de pareja quedan de lado aun en la intimidad por la tecnología.
Seguridad
Si bien la seguridad digital es muy superior a la física, la realidad es que la situación es similar al famoso y controvertido caso de los aviones como medio de transporte. Las aerolíneas venden su medio como el más seguro, lo cual es cierto hasta un punto, puesto que los accidentes aéreos son en extremo raro, razón por la cual siempre que sucede alguno es noticia internacional. Sin embargo, existe también el hecho de que las posibilidades de sobrevivir a un accidente aéreo como los que son noticia son casi nulas. En el caso de la tecnología, si bien la seguridad de nuestra información es mayor, de ser violentada, su efecto es muchísimo mayor.
Un Mundo de Máquinas
La realidad es que la tecnología hace de nuestro día a día muchísimo más eficiente y cómodo, esto es innegable y el gran logro del progreso humano. Sin embargo, no podemos dejar que como civilización, las mismas máquinas que creamos para mejorar nuestra calidad de vida, sean las que poco a poco terminan por absorbernos. Nuestra humanidad es nuestro tesoro más valioso, y sin importar la razón, su entrega es impensable.