Te contamos los detalles de salud del rey Carlos III
La práctica del polo ha sido uno de los principales motivos que ha tenido para ser atendido, aunque otras actividades también le han pasado factura
Este lunes, el rey Carlos III se convirtió en noticia mundial tras informar que padecía un tipo de cáncer. Pero no es la única vez que la salud del monarca es motivo de preocupación entre la realeza, ya que el sucesor de la reina Isabel ha visitado los hospitales y centros de salud desde su niñez.
Uno de los primeros casos fue la extirpación de su apéndice cuando tenía solo 13 años. “Llegué justo a tiempo antes de que explotara”, recordó el rey Carlos III.
Asimismo, a los 32 años, sufrió su primer percance serio al practicar polo, ya que durante un partido en Windsor, el entonces príncipe fue arrojado por su pony; incluso sufrió una patada del animal, por lo que tuvo que recibir seis puntos en la mejilla.
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En ese mismo año, el agotamiento y el esfuerzo que le suponía este deporte lo llevaron a necesitar rehidratación por goteo salino después de un enfrentamiento en Florida.
Más tarde, en 1990 —cuando Carlos III contaba con 42 años—, otro partido de polo le dejó dos fracturas en el brazo derecho; aunque se le atendió de inmediato, ese mismo año tuvo que ser intervenido quirúrgicamente. Esto debido a que una de las fracturas no sanaba.
Dos años después, volvió a pasar por un quirófano debido a un desgarro que tuvo en el cartílago de la rodilla izquierda, ocasionado también por su deporte favorito. Antes de esta nueva intervención ya había sido atendido por un problema degenerativo de disco en la parte inferior de la columna vertebral.
Tras un tiempo sin incidentes, el entonces príncipe se rompió una costilla al caer de su caballo durante un evento de cacería en 1998. Meses después fue vuelto a operar, en esta ocasión, de su rodilla derecha.
A los 53 años tuvo otra caída de un caballo, lo que lo dejó con un saldo de una fractura en el hombro; ese mismo año otro partido de polo lo dejó inconsciente por un breve momento.
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Dos años después, en 2003, fue operado de una hernia; y aunque al poco tiempo se retiró del polo, las visitas al hospital no pararon.
En 2008, cuando el ahora monarca contaba con 60 años, se le detectó un crecimiento no canceroso, el cual fue retirado en un hospital.
La llegada de la Covid en 2020 significó la primera infección de esta enfermedad, y aunque su padecimiento fue leve, dos años después volvió a contagiarse; en esa ocasión, sin ningún síntoma de alerta, según lo dicho por las autoridades.
Aunado a estos padecimientos, otra de las preocupaciones respecto a la salud de Carlos III es la hinchazón que presenta en sus dedos, la cual se puede apreciar en muchas de las fotos oficiales.
Aunque la Casa Real no ha dado detalles sobre las causas de esta afección, lo cierto es que puede indicar varias enfermedades, que van desde acumulación de líquidos, artritis e incluso haber sido un presagio del cáncer que padece ahora mismo, del cual tampoco se ha dado mucha información.
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BM
