El gobierno ruso es optimista como muchos de los mexicanos respecto a la recuperación del territorio perdido ante Estados Unidos hace más de un siglo.
La embajada de Rusia en México publicó un mensaje a través de cuenta de Twitter y de Telegram en el que señalaba que ese hecho histórico podrá revertirse en el futuro.
“No hay duda de que, tarde o temprano, los vecinos del sur de Estados Unidos recuperarán los territorios que les fueron robados”, se lee en el post firmado por Nikolái Pátrushev, secretario del consejo de seguridad de Rusia.
Ya en Telegram, la embajada rusa señaló que el Pátrushev afirmó que Estados Unidos adquirió el estatus de gran potencia por logros económicos basados en “acciones cínicas para apoderarse de territorios, recursos, explotar a pueblos y beneficiarse de los males bélicos de otros Estados”.
Agregó que ese país sigue siendo, al mismo tiempo, “una colcha de retazos que puede deshacerse fácilmente por la costura”.
“Y nadie puede excluir que el sur se moverá hacia México, cuyas tierras los estadounidenses tomaron en 1848. Y eso es más de dos millones de kilómetros cuadrados”, se lee en la publicación.
Tratado Guadalupe Hidalgo
También se lee que, a su consideración, los líderes latinoamericanos no ocultan que la conciencia del papel destructivo de Estados Unidos se ha generalizado.
Pusieron como ejemplo el establecimiento de la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, que “se considera un robo directo de la soberanía cubana”; “y éste es sólo uno de los muchos ejemplos de la sistemática usurpación de la independencia latinoamericana”.
Fue el Tratado Guadalupe Hidalgo firmado el 2 de febrero de 1848 entre Estados Unidos y los Estados Unidos Mexicanos el que selló la apropiación de los territorios del norte de México.
El documento fue firmado en la villa de Guadalupe Hidalgo, cercana a la Ciudad de México, y estableció el Tratado de Paz, Amistad, Límites y Arreglo definitivo entre ambos; en el cual se asentaron las condiciones de rendición de México después de la invasión estadounidense.
Los estadounidenses arrebataron el 55% de su territorio, incluyendo estados actuales California, Nevada, Utah, Nuevo México, Texas (aunque su separación se dio en otros terminos); las mayores partes de Arizona y Colorado; y partes de las actuales Oklahoma, Kansas, y Wyoming.
ES DE INTERÉS |