Para finales de junio de este año, cuando ya se visualizaba el regreso a clases presenciales —después de 17 meses de actividades en línea—, la Secretaría de Hacienda entregó a las entidades federativas prácticamente el total de los subsidios federales etiquetados para educación pública programados para el resto del año, con el objetivo de que tuvieran recursos para acondicionamiento de planteles y capacitación de maestros.
Todas recibieron los recursos adelantados, menos una: la Ciudad de México, entidad que en lo que va del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se ha caracterizado por recibir menos aportaciones y participaciones de las que son autorizadas en el Presupuesto de Egresos de la Federación.
De acuerdo con el Informe trimestral sobre la situación económica, las finanzas públicas y la deuda pública, correspondiente al segundo trimestre del año, la capital del país tenía autorizados 3 mil 579.7 millones de pesos en subsidios y 769 millones en convenios para educación pública.
Sin embargo, para junio, la urbe sólo había recibido 32.8% de los primeros (mil 172.5 millones de pesos) y 26.6% de los segundos (204.5 millones), lo que la convierte en la entidad federativa que menos recursos obtuvo para prepararse para el regreso a clases presenciales, que iniciaron el pasado 30 de agosto.
Los convenios de descentralización son acuerdos que las dependencias del gobierno federal firman con las entidades federativas para transferir recursos presupuestales con el propósito de concertar la descentralización de acciones federales.
Los subsidios, por otra parte, son las erogaciones federales que se efectúan en cada entidad para otorgarlos a los diferentes sectores de la sociedad, a las entidades federativas o municipios a fin de fomentar el desarrollo de actividades sociales o económicas prioritarias de interés general.
Según el último reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) sobre pobreza, en la Ciudad de México aumentó el rezago educativo (personas que no han completado la educación básica) entre 2018 y 2020, al pasar de 865 mil 118 a 878 mil 033 personas.