La protesta de las mujeres se acerca, y la única respuesta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador cobra la forma de una imponente muralla.
En un hecho completamente inédito, Palacio Nacional fue cercado con seis líneas de vallas metálicas de hasta dos metros de altura que desataron críticas y cuestionamientos en redes sociales. “¿Tanto miedo nos tienen?”, se preguntaron feministas como Patricia Olamendi, abogada y defensora de derechos humanos.
Feministas y colectivas de la Ciudad de México, como el Bloque Negro que se distingue por sus acciones radicales en inmuebles, anunciaron que saldrán a protestar el próximo 8 de marzo en el Día Internacional de las Mujeres.
Otras activistas alistan tomas de espacios digitales, como una irrupción en la conferencia matutina del Presidente, hashtags en las redes sociales y foros de discusión como alternativa a la movilización en las calles debido a la pandemia.
En la capital, como había ocurrido otros años, Bellas Artes, monumentos, edificios históricos y tiendas departamentales fueron resguardados con tapiados y vallas; sin embargo esta vez la protección tuvo un componente adicional, el Palacio Nacional también fue blindado.
Desde la calle de Moneda hasta Corregidora se levantó frente al Palacio Nacional una muralla metálica de dos metros de altura. “Ojalá así nos protegieran” señalaron usuarias de las redes sociales a este hecho inédito, pues el blindaje fue la respuesta del gobierno de Andrés Manuel López Obrador a las mujeres que este lunes protestarán para exigir una vida libre de violencia.
La muralla alrededor de Palacio Nacional inició un extendido reclamo en las plataformas digitales por parte de feministas y otras colectivas, quienes increparon este acto. “No necesitan muros metálicos para mostrarnos lo lejos que está el Palacio Nacional del movimiento feminista y sus reclamos. Ya lo sabemos”, dijo la activista por los derechos humanos Ana Pecova.
“En México protegen más al Palacio Nacional de las manifestaciones que a las mujeres de los violadores”, expresó la Colectiva Feminista “Ningún agresor en el poder”, quienes de forma continua han hecho protestas en contra de la candidatura a gobernador de Félix Salgado Macedonio, quien tiene cinco señalamientos por acoso y abuso sexual.
›La última respuesta del presidente al movimiento feminista fue cercar el Centro Histórico con vallas metálicas, tapiar monumentos como Bellas Artes y blindar Palacio Nacional; al mismo tiempo, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, aseguró que este muro no era para proteger este edificio, sino a las manifestantes.
Pero esta posición no es exclusiva del gobierno federal. Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, advirtió desde el pasado lunes que la policía contendrá la protesta “pero no habrá represión”; sin embargo, feministas que han participado en otras manifestaciones han denunciado encapsulamientos prolongados, golpes con toletes y detonación de extintores.
Las mujeres no sólo alistan protestas presenciales en la capital, también en Estado de México, Hidalgo, Guerrero, Veracruz y Quintana Roo, y es que debido a la pandemia, también han organizado una irrupción en la comparecencia matutina del presidente López Obrador el 8 de marzo, así como poner en tendencia el hashtag #8M y organizar conversatorios en línea contra las violencias de género.
El grupo “Mujeres ilustradoras” lanzó una propuesta para que el 7 de marzo sus seguidoras sustituyan el nombre de las calles en donde viven con el de alguna víctima o activista que ellas admiren. Además, para el 9 de marzo diversas colectivas han hecho un llamado a parar actividades al igual que ocurrió el año pasado.