La búsqueda del submarino argentino, implosionado hace un año con 44 tripulantes a bordo, terminó el fin de semana con la ubicación de sus restos, que difícilmente podrán ser rescatados
El Dosan Ahn Chang-ho de 3 mil toneladas, de un coste de 700 millones dólares, es el primero de tres submarinos de propulsión diésel-eléctrica que deben entrar en servicio en los próximos cinco años