La sequía prolongada, el estrés hídrico y la creciente demanda por el agua, harán que en un futuro próximo los gobiernos de Estados Unidos y México deban negociar nuevamente
Activistas ambientales comentan que está destrucción podría llevar a la desaparición de especies en peligro de extinción, contaminación de agua potable y destrucción de sitios históricos