Ocurrió en un lujoso departamento de Upper West Side, Manhattan. La afectada fue una empleada de la casa de Warren Stephen, CEO del banco Stephen Inc quien no presentó problemas de salud
En una carta dirigida al juez Brian Cogan, el exlíder del Cártel de Sinaloa solicita que se le permita saludar a su esposa durante “unos pocos segundos”