Durante dos años, Jaime Bonilla Valdez, gobernador de Baja California, gastó más en pagar auditorías sobre consumo de agua que en obras para resolver la escasez en la entidad, y contrató a la empresa Orca Energy, que cobró más que el proveedor anterior por el servicio de energía eléctrica indispensable para el bombeo a las zonas menos atendidas