El presidente libertario se ha caracterizado por abogar por el capitalismo, e incluso ha llegado a decir que el Estado obstaculiza la libertad, y en esta ocasión no fue diferente
Alejado de una visión marxista de la economía, el húngaro planteó que la única forma de moderar la influencia destructiva del capital organizado y su ideología ultramercadista eran los movimientos obreros