Por un lado, la parte católica se ha lanzado públicamente contra la estrategia de seguridad seguida por el gobierno federal; mientras que la parte evangélica respalda al presidente Andrés Manuel López Obrador
“Primero quiero decirles que es una frase hermosa la de abrazos y no balazos, pues es un asunto de convicción, es un asunto de entender que tenemos que, primero, ir a combatir las causas”, dijo el mandatario