Un año después de la firma del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), se lograron modificaciones que facilitarán la ratificación del nuevo acuerdo comercial, sin embargo el proceso político de destitución de Donald Trump mantendrá en vilo su validación por parte del Congreso estadounidense y la pronta implementación de las nuevas reglas que involucran alrededor de 600 mil millones de dólares de comercio exterior entre ambos países.
“Aunque ya se concluyeron las negociaciones entre los tres países, el T-MEC parece seguir siendo rehén de la política interna de Estados Unidos y ante esto es probable que su ratificación sea aplazada en el Congreso estadounidense hasta el siguiente año, cuando también existe el riesgo de mayores retrasos por tratarse de un año electoral”, comentó la directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, Gabriela Siller.
En el reporte de Siller, a sus clientes-inversionistas, indicó el líder republicano en el Senado, Mitch McConnell, dijo TMEC se ratificará después de que concluya el juicio político a Trump en 2020.
Al respecto, el economista en Jefe de CitiBanamex, Ernesto Revilla, dijo que la firma para modificar el acuerdo comercial “pone fin a la incertidumbre en materia comercial, pero no aumenta significativamente la inversión en México en el corto plazo”.
Datos del Banco de México (Banxico) muestran que en los primeros nueve meses de 2019, la Inversión Extranjera Directa (IED) fue de 26,056 millones de dólares, 3.9% menos que en el mismo periodo de 2018. Incluso, ese monto es el bajo en los últimos tres años.
Por su parte, la inversión fija bruta en México, en los primeros nueve meses del gobierno de Andrés Manuel López Obrador aumentó 4.4%, incremento muy por debajo del 10.4% que registró en el mismo periodo en el sexenio de Enrique Peña Nieto y del 26.2% con Felipe Calderón.
Materia laboral
Después de un año más de negociaciones para modificar el nuevo tratado comercial firmado el 30 de noviembre de 2018, el partido Demócrata presionó para que en México haya democracia sindical y reformas laborales flexibles.
El argumento de los sindicatos de trabajadores en Estados Unidos es que ante el bajo costo de la mano de obra de México, las empresas deciden trasladar sus operaciones a territorio nacional.
Datos del Inegi, muestran que en el tercer trimestre del año, en México se alcanzó un nuevo récord histórico con 28.5 millones de trabajadores (51.6% del total) que cobran de uno a dos salarios mínimos.
Lo anterior significa que esos 28.5 millones de trabajadores cobran entre 103 y 206 pesos, diarios. Esa paga significa una remuneración de entre 5.3 y 10.6 dólares diarios, es decir entre 70 centavos y 1.3 dólares por hora.
Datos del Departamento del Trabajo de Estados Unidos, señalan que menos del 2.0% de los trabajadores cobran el salario mínimo federal que es de 7.5 dólares la hora. Considerando una jornada de ocho horas, la paga sería de 60 dólares o su equivalente en pesos a 1,162 pesos al día.
Según esa dependencia estadounidense el promedio del salario en noviembre fue de 28.29 dólares por hora, lo que serían unos 4,400 pesos diarios, en una jornada de ocho horas, esto según los datos de la nóminas no agrícolas (nonfarm payrolls).
En esos puntos radica la preocupación de la mayor central sindical de Estados Unidos, la Federación Estadounidense del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO), que agrup a más de 12 millones de trabajadores.
Así, además del impeachment o proceso político para intentar destituir al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, será solo una de las trabajas, ya que en México, la todavía mayor central obrera del país, la Confederación de Trabajadores de México (CTM) acudió a los tribunales mexicanos para imponer más de medio millar de amparos contra la Reforma Laboral entró en vigor desde el 2 de mayo pasado y la cual modifica varias leyes, entre ellas la Ley Federal del Trabajo.
A diferencia del AFL-CIO, la CTM agrupa a menos de 800 mil trabajadores. Incluso, es considerado en algunos casos como un sindicato patronal. Al menos, así lo señalan Israel Cervantes, un extrabajador del complejo automotriz de General Motors en Silao, Guanajuato, que dice que fue despedido por la empresa por promover el cambio del sindicato.
Cervantes comentó a EjeCentral que el argumento de la General Motors fue un sorpresivo examen antidoping, el cual en pocas hora se tuvo el resultado y fue positivo. Asegura que tiene las pruebas de un examen que pagó él en un laboratorio privado y el resultado es negativo.
Incluso, el domingo pasado, una parte de los despedidos de General Motors en Silao se presentaron en las afueras de las instalaciones donde sus excompañeros tuvieron la posada navideña. En un video, se observa la agresión que sufre un extrabajador.
Lo anterior, es una de las preocupaciones de los sindicatos de trabajadores estadounidenses, la democracia sindical. Sin embargo, el presidente de la República, dijo que “se va a garantizar que, en efecto, haya democracia en los sindicatos y que los trabajadores van a tener garantizados sus derechos”.
La AFL-CIO y el partido Demócrata pedía que hubiera visitas de verificación para corroborar el cumplimiento de las reformas laborales, sin embargo, se acordó que sea un panel de controversias quien resuelva los potenciales incumplimientos laborales pactados en el TMEC.
Otras de las modificaciones pactadas en el TMEC, fueron las reglas de origen sobre el acero utilizado para la construcción de los vehículos, también disminuyó la exclusividad que genera una patente de medicinas biológicas y mejoras en materia ambiental.
