Elementos de la Policía Federal habrían “sembrado” armas, cartuchos y droga al capo colombiano Harold Mauricio Poveda Ortega El Conejo, cuya detención en noviembre de 2010 calificó como un montaje, a pesar de que también sobornó a funcionarios cercanos a Genaro García Luna para que liberaran a familiares suyos.
De acuerdo con el testimonio del narcotraficante en la audiencia de este miércoles del juicio que enfrenta el exsecretario de seguridad pública, el exsocio de los líderes del Cártel de Sinaloa y de Arturo Beltrán Leyva, habría hablado con este último para interceder por García Luna para evitar que no lo asesinara cuando presuntamente lo secuestró.
Aunque El Conejo admitió que no conocía a García Luna, declaró ante el jurado que cuando se enteró que Arturo Beltrán lo habría retenido en Morelos en represalia por haber cortado comunicación con él y pensar que se había aliado a Joaquín El Chapo Guzmán, el colombiano aseguró que le aconsejó no matar al entonces secretario, al advertir que “se nos va a venir el gobierno encima”.
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Al relatar sobre el cateo en el que la entonces Policía Federal le decomisó su residencia, la cual calificó como una “mansión de fantasía” ubicada en el Desierto de los Leones, Harold Poveda aseguró que además de que lo obligaron a tocar todo lo supuestamente asegurado en el operativo, lo filmaron para que admitiera que trabaja para El Chapo, cuando en realidad estaba con los Beltrán Leyva.
De la misma forma que declaró Sergio Villarreal El Grande, Poveda Ortega aseguró que tuvo que sobornar a dos altos mandos de la PF, colaboradores cercanos de García Luna, a quienes les habría pagado la cantidad de 500 mil dólares para que liberaran a integrantes de su familia que los mantuvieron detenidos tras el cateo en su residencia. Víctor Gerardo Garay Cadena y Édgar Enrique Bayardo del Villar fueron los dos comandantes que habría sobornado, según su testimonio.
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