La suspensión de clases debido a la pandemia de Covid-19 y la aplicación de un deficiente modelo educativo en línea tendrá efectos a largo plazo que se traducirán en la pérdida de hasta tres años de escolaridad en los estados del sur de México, advierte una investigación realizada por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias.
“La baja efectividad del modelo educativo a distancia puede resultar en un costo permanente, medido en términos de aprendizaje, de al menos tres años de escolaridad para la región sur”, señala el estudio, que aplicó un modelo matemático que toma en cuenta los días sin clases, la capacitación de los profesores, la escolaridad de los padres de familia y los recursos económicos en los hogares.
“La dispersión que predomina en el país coloca a los miembros más jóvenes de los hogares con menos recursos en peor situación. En ausencia de medidas compensatorias, nos enfrentamos a una situación que podría traducirse en un conjunto cada vez menor de oportunidades con un costo en términos de movilidad social de los alumnos afectados por los cierres”, concluye la investigación.
La metodología del CEEY permite delinear dos escenarios. En el supuesto de que la política de educación a distancia adoptada por el gobierno mexicano haya sido totalmente efectiva, “nuestros resultados indican que una pérdida de aprendizaje equivalente a un tercio de un año escolar a corto plazo se traduce en una pérdida de aprendizaje equivalente a todo un año escolar más adelante en la carrera educativa de los estudiantes”.
Por el contrario, si la política fue ineficaz —como ya fue comprobado por la organización Mexicanos Primero y ratificado por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval)— la pérdida a corto plazo de un año escolar completo se convierte en una pérdida de dos años de aprendizaje a largo plazo.
En este marco, la región afectada es la sur, con un posible impacto de 3 años de escolaridad; le siguen las zonas centro-norte (2.3 años de escolaridad), norte (2.2 años), noroeste (2.1 años) y centro (1.5 años). El promedio nacional es de 2.1 años menos de escolaridad.