Habían transcurrido los primeros 40 minutos del tradicional desfile cívico-militar, sin que un elemento de las Fuerzas Armadas desfilara frente al presídium encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Sólo elementos, estandartes y vehículos de la Guardia Nacional encabezaron la primera cuarta parte de las casi tres horas que duró la parada militar.
Lo prometido desde la semana pasada por el mandatario se cumplió: los integrantes de la Guardia Nacional fueron los “actores principales” de toda la columna. Relegados quedaron los contingentes de Infantería del Ejército y de Fuerzas Navales de la Armada, ante la superioridad de los siete mil 380 guardias nacionales que hicieron gala del abanico de servicios a los que están encomendados.
Fue el estruendo por el paso de la “escuadrilla Tigre”, conformada por tres aviones M5, las principales aeronaves de combate e intercepción de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM), la antesala para que, tras el prolongado avance de la Guardia Nacional, desfilaran los emblemas de armas y servicios del Ejército y la FAM. El primer contingente castrense en desfilar fue el de Infantería.
Sin embargo, el paso de las tropas de Infantería, considerada la “reina de las armas” en la Defensa Nacional fue drásticamente breve en comparación con el amplio bloque de Guardia Nacional, que a su paso buscó por momentos ganarse la simpatía de los 300 mil personas que se dieron cita a lo largo de los casi 10 kilómetros del recorrido.
›Uno de esos momentos fue cuando aún en inmediaciones del Centro Histórico, a la altura de la calle Pino Suárez, un agrupamiento de guardias nacionales replicaron, como en el desfile del año pasado, cantar al unísono el tradicional tema de “Cielito Lindo”, el cual fue vitoreado por los asistentes.
Un rasgo distintito en el desfile de este viernes en conmemoración del 212 Aniversario del Inicio de la Independencia, resultó en el énfasis que desde la Fuerza Armada, ahora a cargo del control de la Guardia Nacional, se llevó a cabo precisamente para buscar un mayor interés en la ciudadanía para formar parte de esa corporación, cuya conformación de origen ha sido predominantemente militar.
Muestra de la intensificación de esa suerte de campaña por parte de la Defensa Nacional fue el hecho de una mayor presencia de mandos militares y de la Guardia Nacional en los espacios informativos durante la transmisión del desfile.
Así como los estands que a lo largo de la avenida Paseo de la Reforma se colocaron con vehículos e indumentaria del Ejército, a donde familias enteras se acercaban para que sus hijos se tomaran fotos con los militares, y hasta les prestaban camisolas, gorras y cascos para que los infantes salieran en las fotos del recuerdo como todos unos militares o guardias nacionales.
Otro de los rasgos distintivos que se repitió en la parada militar de este año, en la que participaron un total de 18 mil 445 integrantes de la Guardia Nacional y de las tres Fuerzas Armadas, fue el hecho de que como parte de los 483 vehículos que desfilaron, volvieron a representarse en carros alegóricos las obras emblema de este gobierno como son el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas, el AIFA y los bancos del Bienestar, a cargo todas de las fuerzas castrenses.